Así lo hizo con la publicación del decreto 266/2017 en el Boletín Oficial de esta mañana, con las firmas del presidente Mauricio Macri, del jefe de Gabinete, Marcos Peña, y del ministro de Salud, Jorge Lemus. Lo que busca la normativa es "establecer un marco regulatorio para la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y/o paliativo del dolor de la planta de cannabis y sus derivados, garantizando y promoviendo el cuidado integral de la salud".
Dentro de la ley, en el artículo 2 se establece la creación del Programa Nacional para el Estudio y la Investigación del Uso Medicinal de la Planta de Cannabis, lo que estará dentro de la órbita del Ministerio de Salud. Se harán acciones de promoción, prevención, concientización sobre este tipo de terapias y se establecerán lineamientos de asistencia médica.
Asimismo, con la norma se buscará "garantizar el acceso gratuito al aceite de cáñamo y demás derivados del cannabis a toda persona que se incorpore al programa, en las condiciones que establezca la reglamentación". En relación al uso de este tipo de terapias, los científicos deberán "desarrollar evidencia sobre diferentes alternativas terapéuticas a problemas de salud, que no abordan los tratamientos médicos convencionales"; e "investigar los fines terapéuticos y científicos de la planta de cannabis" en humanos.
El Conicet y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) quedan autorizados a cultivar cannabis con el fin de investigación médica y/o científica, y podrán impulsar la producción a través de laboratorios públicos. Además, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) "permitirá la importación de aceite de cannabis y sus derivados, cuando sea requerida por pacientes que presenten las patologías contempladas en el programa y cuenten con la indicación médica pertinente". La provisión será gratuita.