Según ha confirmado su pareja, Baturín perdió la vida en su domicilio el pasado día 28 de abril, como consecuencia de una enfermedad tras la que los médicos le dieron un año de vida. De eso han pasado casi dos años, en los que su marido le ha cuidado sin descanso hasta el final de sus días.

Dos meses antes de su muerte, los médicos le dieron cuidados paliativos en casa, puesto que Carlos prefería estar allí. "Murió en mis brazos, nos despedimos. Estoy triste, pero satisfecho", ha asegurado Emilio a la agencia EFE. Un proceso, que, cuenta, lo han vivido en la intimidad y sin separarse.

Ambos unieron sus vidas en el verano de 2005, después de que se aprobara la ley que permitió las bodas entre personas del mismo sexo. A la emotiva y reivindicativa ceremonia acudieron una veintena de invitados, entre ellos el dirigente socialista Pedro Zerolo. Además, una treintena de periodistas se dieron cita para cubrir la primera boda LGTBI de la historia de España.

Y es que, ocho días antes de la ceremonia, entró en vigor el mandato del entonces presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, por el que se modificaba el Código Civil para unir en matrimonio a personas del mismo sexo. A su vez, entraron en vigor otros derechos asociados como la adopción conjunta o la pensión.

Una serie de injusticias

La boda fue oficiada por el concejal de IU de Tres Cantos, José Luis Martínez Cestau, quien dijo que con este enlace se ponía fin a "una serie de injusticias". Ambos, antes del enlace, vivían en Massachussets, el único estado norteamericano que permitía el matrimonio entre personas del mismo sexo. Emilio y Carlos se habían conocido treinta años antes en una cafetería de Madrid.

Desde entonces se convirtieron en pareja y, tras el enlace, se convirtieron en "un poco más familia". La aprobación de la ley que les permitió unirse en matrimonio les pilló, según dijeron, algo mayores. Pero, de haber llegado antes, habrían adoptado. En su discurso, Emilio dio las gracias al Gobierno y a los políticos que les apoyaron.

La historia de Carlos Baturín y Emilio Menéndez es un testimonio conmovedor del avance de los derechos LGTBI en España. Su matrimonio, celebrado hace casi 20 años, marcó un hito en la lucha por la igualdad y el reconocimiento de las parejas del mismo sexo.  La pérdida de Carlos es un recordatorio de la importancia de seguir luchando por la igualdad y el respeto a todas las personas.