Recomendaciones ante las bajas temperaturas
Cubrirse la boca, la nariz al toser y estornudar.
Para los bebés es primordial la alimentación a pecho.
No fumar en ambientes cerrados, especialmente si hay niños.
Evitar el hacinamiento, es decir, evitar permanecer en lugares con mucha gente.
Lavarse bien las manos, con agua y jabón, luego secarlas.
No automedicarse.
Tomar abundante cantidad de líquido y bebidas calientes. No tomar alcohol para entrar en calor.
No compartir cubiertos ni vasos.
Limpiar las superficies que tocan los enfermos con agua y detergente, jabón o alcohol al 70%.
Las personas enfermas deben guardar reposo en su casa, para recuperarse y evitar contagiar.
Ventilar bien los ambientes cuando sea posible.
En los bebés, consultar de inmediato si presenta dificultad para comer o dormir.
Completar adecuadamente el esquema de vacunas, consultando en el centro de salud más cercano.
Recomendaciones de vacunación
Controlar el calendario de vacunas de acuerdo a la edad.
Vacunación contra neumococo: durante el año 2017 se extendió la vacunación para aquellas personas mayores de 64 años y las que tienen alguna enfermedad crónica que las haga más vulnerables (ejemplo: diabetes, EPOC, enfermedad renal, artritis reumatoidea, entre otras).
Vacunación antigripal: como todos los años deben vacunarse embarazadas en cualquier trimestre (si no lo hiciera durante el embarazo puede vacunarse hasta 10 días después del parto). Todos los niños de 6 a 24 meses. Todos los mayores de 64 años. Las personas entre 2 y 64 años de edad que presenten enfermedades crónicas, tales como: obesidad, diabetes, EPOC, oncológicas, entre otras. Personal de salud.
Monóxido de carbono
El monóxido de carbono (CO) es un gas inodoro, incoloro, insípido y no irritante, que se produce por la mala combustión del gas natural, la leña, el carbón o la nafta; y que en altas concentraciones puede generar la muerte en minutos.
Se aconseja: usar artefactos que sean de tiro balanceado en dormitorios y baños.
Nunca dormir con estufas prendidas.
Verificar que no estén obstruidos los conductos o rejillas de ventilación.
Es fundamental contar con un espacio por el que se renueve el aire.
Hacer revisar, una vez por año, por un gasista matriculado, todo tipo de estufas, catalíticas, pantallas infrarrojas y salidas al exterior de aparatos calefactores.
Evitar el uso de braseros o estufas a querosén. Si no se puede, recordar apagarlos antes de acostarse. Nunca usar hornallas o el horno para calefaccionarse. Es preferible que se abrigue con más ropa.
Síntomas comunes de la intoxicación: dolor de cabeza, náuseas y vómitos, mareos, debilidad, cansancio o pérdida de conocimiento.
Ante los primeros síntomas retirar a las personas que se encuentran en el lugar contaminado.
Abrir puertas y ventanas para mantener el ambiente ventilado.
En todos los casos, concurrir al centro de salud más cercano.