Por estos casos Wagner recibió una pena de 9 años de prisión, luego de haber sido reconocido por las vícitmas y varios testigos.
Dos años después surgió un nuevo caso de abuso que había ocurrido con anterioridad, en el cual quedó incriminado por una prueba de ADN que coincidía con el suyo.
Sin embargo, la Justicia no lo pudo comprobar: el violador estaba encapuchado y sobre la prueba de ADN Sebastián Wagner culpó a su hermano gemelo, Maximiliano. Hay que tener en cuenta que los hermanos gemelos tienen el mismo ADN y las mismas huellas digitales.
Justamente, hace tres días, cuando comenzó la pesquisa sobre la desaparición de Micaela y las pistas apuntaban a Sebastián, Maximiliano dijo "no hablar con él desde hace años y que lo denunciaría si lo veía".