Así lo planteó Andrea Carina Biaggio, quien decidió exponer el caso públicamente, cansada, indignada e impotente ante la situación que atraviesa.
Ella denunció a Ponce, incluso, por haberla golpeado, en el mes de junio. Eso derivó además en el apartamiento de otras tres personas que respaldaron su versión de los hechos y por eso se enfrentaron con Ponce.
Biaggio está sin trabajar desde el mes de junio y no cobró un peso de ese mes, ni de los meses siguientes, como tampoco el medio aguinaldo.
El caso está judicializado, pero operadores del Poder Judicial de alguna manera desalentaron a la mujer, al anunciarle que en todo caso podrá haber un planteo por una falta penal menor. El expediente no está cerrado.
La situación en algún momento incentivó un interés de la oposición política, que preguntó por el tema. El oficialismo dio a entender que la Cámara brindaba “la asistencia necesaria”, cosa que Biaggio desmintió en diálogo con El Diario de La Pampa fundado por el Doctor Nemesio: “Ni siquiera se arrimaron a preguntar qué había pasado”, reprochó.
“Nunca me brindaron asistencia de ninguna índole, como a dos empleadas de la Cámara que sufrieron también violencia y no fueron asistidas ni defendidas”, recordó.
Según la mujer, Ponce está “apañado”, a partir de que como puntero peronista tiene relaciones políticas con el vicegobernador Mariano Fernández y “el clan Marín”, dijo en referencia a la secretaria legislativa Varinia Lis Marín, quien frente al tema rechazó el planteo por “improcedente”.
“Los problemas laborales que tenga con su patronal deberá canalizarlo judicialmente con la misma”, contestó la funcionaria.
El caso también está en la Fiscalía de Investigaciones Administrativas.
“Acomodado”
Biaggio cree que Ponce incluso “entró acomodado en la Cámara” como responsable de la empresa que se encarga de la limpieza, que se llama “Pamela”. Ponce fue presidente de la Comisión Vecinal del barrio Fonavi 42 y delegado de la Unidad Básica de Villa Parque.
Biaggio plantea que Ponce “ganó la licitación” porque es de Convergencia Peronista y se maneja “como si fuera el dueño” de la Legislatura, con conductas de “barra brava”. Lo trata de “ser humano viciado por el patoterismo, conduciéndose con altanería, prepotencia, intolerancia”.
Lo acusa de haber ejercido “golpes, maltrato y violencia psicológica a sus empleados, delante de muchas personas de la Cámara”. Además, según una carta que lleva la firma de Biaggio, Ponce tiene empleados en negro.
La mujer, a partir del tiempo que tarda cada trámite, también tiene desconfianzas de los pasos que pueda dar la Subsecretaría de Trabajo a cargo de Marcelo Pedehontaá.
La agresión original ocurrió en la Legislatura. La mujer hizo la denuncia el mismo día en la Seccional Cuarta de Casa de Gobierno.