"Lamentablemente, la amenaza nuclear es evocada todavía hoy, arrojando al mundo en el miedo y la angustia", planteó el pontífice al recibir en el Vaticano al Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, tras recordar la denominada "crisis de los misiles" de 1962.
"Desde este punto de vista, despierta una preocupación particular el estancamiento de las negociaciones acerca del reinicio del Plan de Acción Integral Conjunto, más conocido como Acuerdo sobre el programa nuclear iraní", pidió en esa dirección.
El pacto fue alcanzado en Viena el 14 de julio de 2015 entre Irán y los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China) más Alemania.
"Deseo que se pueda llegar cuanto antes a una solución concreta para garantizar un futuro más seguro", agregó, antes de denunciar que "hoy está en curso la tercera guerra mundial de un mundo globalizado".
El plan firmado por el que pidió el Papa, por el que Irán se comprometió a renunciar al desarrollo de armas nucleares, está suspendido desde que el expresidente de Estados Unidos Donald Trump retirara a su país del acuerdo, tras lo cual la república islámica comenzó a enriquecer uranio por encima de los niveles permitidos.
En septiembre de 2022, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) afirmó que "no puede garantizar que el programa nuclear iraní sea exclusivamente pacífico", debido a la falta de explicaciones sobre la detección de uranio en instalaciones no declaradas por ese país.