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SUBZONA 14 II: 25 años para Baraldini y Greppi y 16 años para Pérez Oneto. Conocé las sentencias

El exjefe de la Policía de La Pampa durante la dictadura, Luis Baraldini, fue condenado este viernes al mediodía a 25 años de cárcel por los delitos de lesa humanidad cometidos en la provincia, donde fue uno de los principales engranajes de la maquinaria de la represión ilegal y el terrorismo de estado. El Tribunal Oral Federal de Santa Rosa también condenó a otros doce represores en la culminación del debate que se había iniciado hace dos años atrás. Hubo un sola absolución.
 
Fuente: El Diario de La Pampa
 
Las organizaciones de derechos humanos y las querellas celebraron el fallo, aunque anticiparon que apelarán el rechazo al pedido de declarar que los delitos se cometieron en el marco de un genocidio.
El presidente del TOF, Pablo Díaz Lacava, comenzó a leer la sentencia en forma puntual, a las 11 horas, y el trámite le insumió una hora. Lo hizo ante una sala repleta de público. En primera fila, se acomodó una de las Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora, Nora Cortinñas, que arribó al lugar acompañada de una de las querellantes del juicio, Raquel Barabaschi. También en la sala estuvieron familiares y víctimas del terrorismo de estado. Por el gobierno provincial, hicieron acto de presencia el ministro de Gobierno, Daniel Bensusán, y el secretario de Derechos Humanos, Antonio Curciarello. El rector de la UNLPam, Oscar Alpa, acompañó el acto en las primeras sillas.
 
Las condenas fueron las siguientes:
 

* 25 años de prisión e inhabilitación absoluta y perpetua para el exjefe de la Policía, Luis Baraldini, por 214 víctimas.

* 25 años de cárcel para el coronel y secretario General de la Gobernación durante la dictadura, Néstor Omar Greppi, por 91 casos.

* 16 años de prisión para el médico policial Máximo Alfredo Pérez Oneto, por 9 casos. Lo absolvieron en 13 casos.

* 14 años de prisión para el exoficial Carlos Rehinhart, por 35 casos.

* 12 años para el expolicía Athos Reta, por 34 hechos.

* 12 años de prisión para Néstor Bonifacio Cenizo, por 33 hechos.

* 10 años para el expolicía Antonio Oscar Yorio, por 31 casos.

* 12 años para el expolicía Juan Domingo Gatica, por 26 casos.

* 12 años para el expolicía Oscar “Miseria” López, por 23 hechos.

* 10 años de prisión para Hugo Roberto Marenchino, por 7 hechos.

* 10 años de prisión para Orlando Osmar Pérez, por 30 hechos. Fue absuelto en un caso.

* 8 años de prisión para Jorge Osvaldo Quinteros, por 4 hechos.

* 6 años de cárcel para Miguel Angel Ochoa, por 4 casos.

 
Esta vez, para escuchar la sentencia, el médico Pérez Oneto se sentó al lado de Baraldini por primera vez en el juicio, como si supiera que su suerte estaba atada a la del exjefe de la Policía de La Pampa durante la dictadura. Baraldini rindió cuentas por primera vez por sus crímenes de lesa humanidad ya que en 2010 había escapado de la mano de la justicia, prófugo en Bolivia. El tribunal le aplicó la pena máxima, 25 años.
 
Por su parte,  Pérez Oneto es el primer civil condenado en los juicios por la represión en la provincia. Las querellas y las defensas habían pedido una pena máxima pero los jueces la bajaron a 16 años porque lo absolvieron por algunos casos. Se comprobó que asistía a las personas que sufrían tormentos en las sesiones en el primer piso de la Primera, pero no dejaba asentadas las heridas y su propósito era que los represores pudieran regular las torturas con golpes y picana eléctrica.
 
También fue condenado nuevamente, a 25 años, el exsecretario de la Gobernación durante la dictadura, el exmilitar Néstor Greppi, que cumple aun la pena del primer juicio en prisión domiciliaria, en Capital Federal, por su avanzada edad.
 
El resto de los imputados fue condenado con penas más leves de las que habían pedido las querellas y la fiscalía. La única absolución fue para el comisario Luis Horacio Lucero, que había llegado al debate acusado por un solo caso, el del secuestro de una maestra en una escuelita rural del oeste pampeano. La presencia del policía unos días antes del secuestro y las torturas de la docente no pudo probarse que obedeciera a hacer la inteligencia para cometer ese delito. Una hija y la esposa del policía rompieron en llanto cuando escucharon esa parte del fallo.
 

Genocidio no

 
Los jueces resolvieron, por mayoría, rechazar el pedido de declarar que los crímenes de lesa humanidad comprobados se cometieron en el marco de un genocidio. El presidente del TOF, Pablo Díaz Lacava, votó en disidencia. Los otros dos miembros del tribunal, José Mario Tripputi y Marcos Aguerrido no aceptaron esa calificación. A la salida de la lectura de sentencia tanto querellantes como el jefe de los fiscales, Miguel Palazzaani, adelantaron que apelarán esta parte del fallo.
 
Los argumentos de los jueces se leerán recién el 15 de octubre. Este viernes se limitaron a leer la parte resolutoria del fallo, con la condena y los nombres de las víctimas de los delitos que cometió cada uno de los represores condenados. Los represores no irán a prisión en forma inmediata. Para que eso se cumpla, deberá quedar firme el fallo, deberán agotarse las instancias de apelaciones que seguramente se abrirán a partir de ahora.
 
Los 234 casos que se ventilaron en este segundo juicio son personas secuestradas entre 1975 y 1982, sometidas a interrogatorios con los ojos vendados en la mayoría de las oportunidades, bajo torturas con picana eléctrica, golpes, amenazas de muerte, simulacros de fusilamiento y vejaciones. En el juicio de 2010 se habían contemplado 28 víctimas.
 
Las querellas que representan a las víctimas Raquel Barabaschi, Juan Carlos Pumilla, Elida Rodríguez Jara de Perna -murió en junio del año pasado en medio del juicio-, Rafael Guardia, Guillermo Quartucci y Graciela Bertón, la Universidad Nacional de La Pampa, el Partido Comunista y el Movimiento Popular Pampeano de Derechos Humanos, habían solicitado reparaciones simbólicas, como denominar aulas del colegio de Aráuz con el nombre de las víctimas, constituir la Seccional Primera de Policía -principal centro de detenciones clandestinas- como un espacio de la memoria u ordenar el acceso a los archivos privados del Obispado católico, entre otras medidas. En la resolución del TOF se ordenó comunicar esos pedidos a los organismos pertinentes, para que se encarguen de analizarlas.

 

“Muy buena sentencia”

 
Al final de la sentencia, desde el público levantaron carteles con fotos de familiares, víctimas y desparecidos, y entonaron el clásico cántico: "Como a los nazis, les va a pasar, adonde vayan los iremos a buscar". También resonó un grito en la sala: "30 mil compañeros desaparecidos, presentes, ahora y siempre".
 
“Es una muy buena sentencia. Celebro que Baraldini haya tenido la pena máxima porque en el otro juicio zafó porque estaba prófugo y porque no es cualquier persona. A parte de haber organizado eta cacería humana que fue el terrorismo de estado en La Pampa, fue un tipo que atentó contra el gobierno del doctor Raúl Alfonsín como carapintada, que se profugó a Bolivia y allá estuvo pergeñando un ataque contra Evo Morales. Entonces no es poca cosa. Es un cínico", dijo una de las querellantes, Raquel Barabaschi, luego de escuchar el fallo.
 
"Yo celebro que tenga esta condena y lo único que quisiera es que tenga cárcel común y efectiva, como corresponde. No quiero para él que lo torturen con picana como nos pasaba a nosotros, pero sí que cumpla una condena”, aclaró.
 
Además, destacó "la novedad de que Pérez Oneto, que era un civil, sea condenado a 16 años. A mí me pone muy contenta, porque había que estar en ese lugar y verlo. La mirada de Pérez Oneto no se diferenciaba de la de Baraldini, realmente". Barabaschi reconoció que desde el principio del juicio tenía la “presunción” de que el policía Luis Lucero iba a resultar absuelto por el único caso que se le imputó. 
 

“Cerramos un ciclo”

 
Desde una hora antes del fallo, el Movimiento Pampeano en Defensa de los Derechos Humanos y otras organizaciones sociales se concentraron en la calle, frente al Colegio de Abogados, en Argentino Valle 145, para acompañar a las víctimas y querellantes y seguir la lectura de la sentencia. Hubo transmisión en vivo de Canal 3 y Radiokermés, además por redes sociales desde la Universidad Nacional de La Pampa.
 
Uno de los momentos más emocionantes en la calle fue la llegada de Norita Cortiñas, que fue rodeada para saludarla y expresarle cariño. La incansable luchadora saludó con el puño en alto. Después, las condenas se celebraron con aplausos, vítores y lágrimas.
 
El querellante y víctima, Pinky Pumilla, dijo ante la masiva manifestación que "cerramos un ciclo que comenzó en la calle, donde se decide el futuro al que aspiramos como sociedad". El veterano periodista destacó que "cerramos el ciclo con tranquilidad de conciencia y sabiendo que no se cumplen la totalidad de las expectativas, pretendíamos que se declarara el genocidio, pero eso nos pone en la tarea de seguir insistiendo para que se reconozca que esto fue un plan genocida".
 
"La sentencia aporta mucho en ese sentido", rescató, en cuanto que se condenó a un civil. "Ahora faltan juzgar los delitos sexuales en el tercer juicio y también falta la complicidad civil y saber quiénes se enriquecieron con este plan. Ya agotado eso nos quedará otro capítulo, los 6 crímenes establecidos, que en realidad son 10, que hubo en territorio pampeano. Y cuando eso esté terminado, queda a recuperar la hija o hijo de Carlos Orzaocoa", marcó. 
 

Más juicios

 
El juicio que culminó este viernes se había iniciado el 29 de agosto de 2017 e incluyó a 234 víctimas de la represión ilegal. Después de estar detenidos durante un par de años, los imputados llegaron al debate en libertad o con prisión domiciliaria, a excepción del torturador Carlos Reinhart, que aún cumple la condena del primer juicio en una celda de la Colonia Penal de Santa Rosa.
 
A poco del comienzo, quedó afuera del juicio el represor Roberto Fiorucci, que había sido condenado en 2010. Por razones de salud, fueron apartados de la causa tres procesados. Tampoco fueron juzgados el ex segundo jefe del Regimiento de Toay, Carlos Alfredo Sabbatini (90); el ex oficial de la comisaría de Jacinto Aráuz, Miguel Gauna (82); y el expolicía Omar Aguilera (81), quien fue jefe de Operaciones del grupo de tareas y falleció el año pasado.
 
Este es el segundo juicio. En el primer debate hubo nueve condenados. Se comprobó que integraron un grupo de tareas dedicado al secuestro y a la tortura de personas durante la última dictadura militar, parte de un plan sistemático que se implementó en el país durante aquella época e incluyó a La Pampa.
 
También se aguarda un tercer juicio. Ya hay varios procesados en el expediente que lleva adelante el Juzgado Federal de Santa Rosa. Contemplará a víctimas que quedaron fuera de los dos juicios previos y también se juzgarán los delitos sexuales perpetrados durante las detenciones clandestinas en plena dictadura.

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