Al parecer, a la mujer no le gustan nada las actividades que realizan algunos de sus vecinos, especialmente “los de los dúplex”, según marca en una parte del monólogo. Entre las lindezas que les dedica, está el calificativo “bestias” y “gente de cuarta y grasa”.
¿El motivo? Pues que sus “códigos de estética visual y de estética moral” hacen que le moleste ver a las familias sentadas “en una reposera de Mar del Plata junto al lago, tomando mate”, entre otras cosas.
La mujer, que asegura ser amiga del alguien del gobierno, se ataja diciendo que es una mujer “normal”, “pero tengo ciertos valores morales y me molesta ver a un grupo de gente que lleva al perro a la pileta como si estuviéramos en la Bristol de Mar del Plata”.