La medida tendrá vigencia hasta febrero de 2025 y responde a la baja resiliencia de los sistemas productivos de la zona, que aún continúan sufriendo las consecuencias de la persistente sequía ocurrida durante los últimos 3 años y que ha generado impacto en la producción y la sostenibilidad de las actividades rurales en estas zonas.
Como parte de esta extensión, se confirmó la continuidad de los beneficios asociados al impuesto inmobiliario rural. Por lo tanto, los productores cuyos predios estén dentro de las zonas de emergencia, podrán acceder a una prórroga para el pago de este tributo.
Además, se reforzaron las herramientas financieras destinadas a paliar los efectos de la sequía. En este marco, los productores agropecuarios ubicados en las áreas de emergencia, continuarán con el beneficio de acceso a líneas de crédito específicas con bonificación de tasas de interés, destinadas principalmente a la compra de forraje para el ganado. Estas medidas apuntan a garantizar el mantenimiento del stock ganadero, uno de los más afectados por la falta de pasto.
Desde el Ministerio de Producción destacan que estas políticas se enmarcan en un esfuerzo conjunto entre el Gobierno provincial y el Banco de La Pampa, para acompañar a los productores y mitigar las consecuencias de la sequía. En ese sentido, se reforzó en 500 millones la cartera destinada a atender a los productores de los cuatro departamentos que permanecen en condición de emergencia por sequía.
Con esta prórroga, La Pampa reafirma su compromiso con el sector rural, buscando soluciones concretas para enfrentar una de las crisis climáticas que ha comprometido no sólo a nuestra Provincia, sino a gran parte del territorio nacional.