Sucedió en agosto de 1982, Julio Platner salía de un campo lindante a la localidad pampeana de Winifreda cuando el misterio vino a presentar una de sus caras más insólitas. Sobre las 19:30 de ese martes, este hombre sencillo, se encontró frente a frente con los que definió como “dos masculinos y un femenino”, dentro de un “aparato” que, sostiene en la actualidad, no era de este mundo (extraido del Blog de Juan carlos Pumilla)