El mismo gobernador Carlos Verna había informado la provincialización de la elección el pasado septiembre, en una conferencia de prensa. Con las PASO a los 46 días de iniciado el año, las generales serán el 19 de mayo, según el decreto 4308/18, el 19 de mayo de 2019.
![](/images/Mariano_Arcioni.jpeg)
"Vamos a vetar los proyectos de los diputados, y vamos a convocar al Tribunal Electoral Provincial para que empiecen a correr los plazos", arremetió Arcioni, frente a una Legislatura que no sólo le vetó el decreto de convocatoria de los comicios sino que aprobó una ley para unificarlos con los nacionales.
De esta manera, con un mínimo corrimiento de las fechas originales, en Chubut podrían ir al cuarto oscuro el 24 de marzo para las internas y el 26 de mayo para las generales.
No son los únicos gobernadores que apelarán a la misma estrategia. "Hay 17 provincias que van a adelantar las elecciones y la sorpresa de hoy es que la provincia de Buenos Aires también quiere desdoblar", chicaneó Arcioni a los legisladores locales de Cambiemos, tomando una información publicada por el diario La Nación. "No hay una estrategia de la provincia separada de la Casa Rosada", insisten hoy en el vidalismo, si bien admiten que es una discusión que "en algún momento se llevará" a la mesa nacional del PRO. El peor escenario para sus estrategas electorales es una victoria de María Eugenia Vidal con una derrota de Macri, atendiendo a la simbiosis entre ambas administraciones.
RELACIONADO: La Pampa enfrenta a Macri y afirma que la deuda de Nación supera los 8 mil millones
Por ahora, en los distritos del oficialismo no hay homogeneidad fijada para la futura táctica. Mientras Horacio Rodríguez Larreta está haciendo todo lo posible para romper la tradición porteña y unificar los comicios; en Mendoza, el radical Alfredo Cornejo envía indicios de desdoblamiento. Y se especula que su correligionario jujeño Gerardo Morales haría lo mismo.
Sin preocuparles la caída de imagen presidencial en sus boletas, al contrario, los gobernadores peronistas están frente a otra disyuntiva para no querer que la pulseada nacional interfiera dentro de sus territorios: el efecto de un PJ dividido entre los Federales y una papeleta K. A pesar de posicionamientos públicos, es habitual que jueguen a dos puntas con sus reelecciones ya garantizadas.