En el ministerio de Seguridad anoche seguían con atención la convocatoria para hoy a una protesta en el centro, aunque aseguraron que no habrá riesgos en la sede del G-20. “No hay forma de que lleguen al hotel, tiene un solo camino de ingreso”, dijo un funcionario. Tampoco podrán acceder los periodistas. “Será hipercerrada”, adelantaron desde el ministerio de Hacienda sobre la reunión.
A los protocolos con rígidas medidas de seguridad esta vez se agregó la tensión en la zona luego de la muerte de Rafael Nahuel, un joven que participaba de la una toma de terrenos de la comunidad Lof Lafken, en una acción represiva de Prefectura en un parque nacional de Villa Mascardi. Entre los efectivos de la Policía Federal, Prefectura, Gendarmeria, PSA y Policía de Río Negro serán unos 1500, según fuentes oficiales, además de agentes especiales apoyados por perros detectores de explosivos, controles en las rutas y patrullas de barcos y lanchas en el lago.
“El problema es Mascardi, no el G-20”, marcaba la diferencia uno de los encargados del operativo. El despliegue de agentes era anoche fuerte desde el aeropuerto de esta ciudad, al que iban llegando integrantes de las distintas delegaciones en aviones privados. La mayoría iba directo a alojarse en el Llao Llao.