La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, anunció el domingo su candidatura a las elecciones europeas de junio con su partido ultraderechista Hermanos de Italia (HdI) y lo planteó como un plebiscito sobre su gestión tras un año y medio en el poder.
"Estamos ante una batalla decisiva que no permite errores. Todos debemos estar preparados a hacer nuestra parte y yo, como siempre, pretendo hacer la mía. He decidido concurrir encabezando las listas de HdI en todas las circunscripciones", proclamó en un acto electoral de su formación en la ciudad de Pescara (centro).
Este tipo de candidaturas 'falsas' o 'de fachada' responden a una estrategia en la política italiana dirigida básicamente a atraer votos, pues es claro que Meloni no renunciará al Gobierno en Roma por su escaño en el Parlamento Europeo (cargos incompatibles).
Lo mismo han hecho la secretaria del Partido Demócrata (PD) y jefa de la oposición, Elly Schlein, y el jefe de la conservadora Forza Italia (FI) y actual vicepresidente, Antonio Tajani.
En cualquier caso, la primera ministra ultraderechista avanzó que "no gastará un solo minuto de la actividad gubernamental en hacer campaña electoral", por lo que pidió la ayuda de su formación.
"Defenderemos también en la Unión Europea nuestras excelencias, nuestras fronteras y nuestra identidad. También esta vez dirán que estamos locos, que es un reto imposible de lograr. Nos han dado por derrotados muchas veces, decían que estábamos destinados a desaparecer. Dejen que hablen", retó ante sus fieles.
Meloni además planteó su candidatura como un plebiscito sobre su gestión, después de año y medio gobernando el país en coalición con sus socios de FI y de la ultraderechista Liga de Matteo Salvini.
"Lo hago porque quiero preguntar a los italianos si están satisfechos del trabajo que estamos haciendo en Italia y en Europa", declaró.
La política italiana también es la líder del grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), el del partido español Vox, y dijo que su objetivo en los comicios es que su partido "tenga un rol decisivo para un cambio de rumbo" de las políticas europeas.
En este sentido, abogó por un acercamiento de los partidos de la derecha y conservadores europeos, siguiendo el actual modelo del Gobierno italiano (Meloni del ECR, Tajani del Partido Popular Europeo y Salvini de los ultraderechistas Identidad y Democracia).
El objetivo será "mandar a la oposición" a la izquierda europea y romper la tradicional alianza con los populares.
"Queremos crear una mayoría que una a las fuerzas de centroderecha y mandar a la oposición a la izquierda también en la Unión Europa. Será difícil, pero es posible y debemos intentarlo", declaró.
Los sondeos -el último de 'Euromedia Research'- mantienen al partido de Meloni a la cabeza, con alrededor del 27 % de los votos, en línea con los resultados de las generales de octubre de 2022, seguido (20,3 %) por el PD y el Movimiento Cinco Estrellas (16,8 %).
Asimismo, confirman un ajustado 'sorpaso' entre socios en la coalición derechista: FI crecería hasta el 8,7 % de los votos, a un año de la muerte de Silvio Berlusconi, superando a la Liga (8,5 %) de Salvini, una tendencia percibida en los últimos comicios locales.
Meloni terminó el acto pidiendo el voto a los italianos y declarándose "una persona del pueblo".
"Me siento orgullosa de que la mayor parte de los ciudadanos que se dirige a mí lo haga llamándome Giorgia. Yo fui ridiculizada durante años por mis orígenes populares (...) Pero me enorgullece ser una persona de pueblo. Yo siempre seré una de vosotros, el poder no me cambiará, los palacios no me aislarán", prometió.