Los últimos meses de la carrera política de Victoria Donda, así como los del resto de los integrantes del oficialismo, no fueron exentos de contradicciones, papelones y groseros errores de cálculo. La idea de que “nadie resiste un archivo”, usual en dirigentes políticos que suelen asegurar algo y, luego, avanzar en el sentido directamente contrario, se hizo carne en la ex diputada y la dejó en evidencia en más de una ocasión, publica Real Politik.
Los ejemplos son tantos que es necesario obviar algunos en favor de lo extenso del relato. En el mes de diciembre del 2021, Donda se apresuró a postularse como representante argentina ante la ONU, durante un evento en Suiza. Apresurada por viajar al exterior luego de la pandemia, se olvidó de aclarar que no sabía hablar en inglés, idioma oficial de la Organización de las Naciones Unidas. Ya era demasiado tarde. Su discurso y la tosca pronunciación de las palabras, ante una sala de conferencias prácticamente vacía, fue la comidilla de la oposición durante las siguientes semanas.
El bochorno ocurrió poco después de que Arminda Banda Oxa, su empleada doméstica, la denunciara ante la Justicia por no haberle pagado aportes durante diez años y darle un salario de 5 mil pesos durante los últimos diez años. Increíblemente, la titular del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo, que recientemente presentó un proyecto para favorecer el trabajo registrado de las trabajadoras de casas particulares, no le pagaba aportes a su propia empleada.
Horas atrás, Donda confirmó que participará en Jerusalén de un encuentro para debatir acciones políticas contra la discriminación. Sin embargo, y más allá de lo loable del propósito, la titular del INADI aseguró que “tenemos que hacer una nueva ley antidiscriminación”, refiriéndose a hechos de antisemitismo que abundan tanto en el país como en el resto del mundo. Envalentonada, aseguró que será “la única referente de la región” en el Encuentro Internacional de Enviados Especiales y Coordinadores para combatir el Antisemitismo.
Nuevamente, Donda se quedó corta con la revisión de su propio archivo. Lejos de combatir el antisemitismo, la dirigente K es conocida por lanzar duras críticas contra el pueblo de Israel en el marco de su extenso conflicto con Palestina. En efecto, años atrás grabó un video asegurando solidarizarse “con la huelga de hambre que están llevando adelante los presos palestinos en Israel”.
“Soy diputada nacional, mi nombre es Victoria Donda, presidente de la comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados. Me solidarizó con la huelga de hambre que están llevando a cabo los presos palestinos en Israel. Creo que los derechos humanos en el mundo son para todos y todas, y por eso voy a tomar un vaso de agua con sal”, asegura la dirigente en el video. Acto seguido, se sirve una pizca de sal de mesa en un vaso con agua y toma un trago, en un gesto algo tosco de sonar polémica.
Ahora, sorpresivamente, Donda vuelve a ofrecer un giro de 180 grados en su ideología política, demostrando la poca relevancia que le da a su propio archivo. Conferencista internacional sin manejo de idiomas, defensora de los derechos de las trabajadoras domésticas que no paga los aportes y ahora, en un nuevo capítulo de su carrera política, será la dirigente pro Palestina que viaja a Israel a apoyar la causa semita.