El Congreso de Perú, dominado por la oposición, aprobó anoche una moción no vinculante que exhorta a renunciar al presidente izquierdista Pedro Castillo, en medio de una fuerte crisis política y social tras nueve meses de mandato.
Luego de más de una hora de debate, el pleno legislativo aprobó la moción presentada por la legisladora opositora Rosselli Amuruz, del partido derechista Avanza País, por 61 votos, 43 en contra y una abstención.
La moción, meramente simbólica, fue votada 10 días después de que los opositores derechistas radicales del Congreso fracasaran en su intento de destituir a Castillo en un juicio político relámpago, al conseguir solo 55 votos de los 87 necesarios.
Las mociones de “vacancia presidencial” se han vuelto costumbre en Perú y causaron la caída de los presidentes Pedro Pablo Kuczynski (derecha) en 2018 y Martín Vízcarra (centro) en 2020. Desde diciembre de 2017, el Congreso ha debatido seis iniciativas de este tipo.
La moción aprobada este jueves es meramente una exhortación a renunciar, una tendencia de la mayoría parlamentaria.
“Esto quiere decir que el documento no es vinculante, y por lo tanto, no obliga al mandatario a renunciar. Es un gesto político sin efecto real”, destacó el portal del diario limeño La República.
Nuevo decreto
Mientras tanto, el gobierno restringió ayer varias libertades en las rutas más importantes de Perú con el fin de frenar los bloqueos contra el alza en los precios del combustible, alimentos y fertilizantes, un hecho que ha desatado exhortaciones para que se cierre el Congreso y Pedro Castillo cumpla sus promesas o renuncie.
El decreto firmado por el presidente y publicado en el diario oficial El Peruano incluye restricciones a la libertad de reunirse, y también permite que durante un mes la policía pueda efectuar detenciones en cualquier parte de los más de 24.000 kilómetros de la red vial sin necesidad de tener autorización de un juez, así como la aplicación de restricciones al libre tránsito.
La decisión gubernamental fue anunciada en medio de protestas que empezaron la semana pasada en varias regiones del país, organizadas por gremios del transporte público, camioneros, maestros y ciudadanos hartos de la incompetencia del gobierno y del Congreso para enfrentar el alza de los precios.
El mandatario visitó el jueves un coliseo en la ciudad de Huancayo, donde se disculpó por calificar a los bloqueos de rutas de “malintencionados” y a los dirigentes de las protestas de “pagados”.