La Justicia detectó unos 150 millones de dólares en el exterior producto de la corrupción que involucra a exfuncionarios y sindicalistas ligados al kirchnerismo. Parte de esos fondos fueron inmovilizados o están invertidos en propiedades y otra parte regresó al país y fue reinvertida en estancias, terrenos, edificios, departamentos y casas particulares.
El dinero se corresponde con las causas de corrupción en trámite ante la Justicia federal, algunas de las cuales tuvieron sentencia, otras se encuentran en la etapa de juicio y otras siguen bajo investigación.
El monto de dinero más abultado es el que le fue descubierto a Daniel Muñoz, el fallecido exsecretario de Néstor y Cristina Kirchner, que alcanzó los 70 millones de dólares invertidos en lujosos pisos y locales comerciales en Miami y Nueva York, valuados en varios millones de dólares.
En concreto, se trata de 16 inmuebles en Miami, incluidos lujosos condominios, y dos departamentos en el Plaza Hotel de Nueva York, por los que se pagaron 14 millones de dólares. Estos inmuebles fueron liquidados tras la muerte de Muñoz, en 2016.
La viuda de Muñoz, Carolina Pochetti, con un grupo de abogados, ideó la construcción de un complejo turístico en un terreno costero de 16 hectáreas en las paradisíacas islas Turks y Caicos, para erigir un inmenso resort de playa. Estuvo asesorada por Isidro Bounine, otro exsecretario de los Kirchner.
Todos esos bienes fueron adquiridos por supuestos prestanombres de Muñoz, que cuando la Justicia empezó a seguir la ruta del dinero se deshicieron de esos inmuebles y movieron los fondos a la isla caribeña.
Este dinero se descubrió en una causa paralela a la de los cuadernos de la corrupción, donde se investiga Cristina Kirchner.
Los fondos de Báez
Otra parte del dinero fue el que la Justicia detectó que salió del país en la causa por lavado de dinero por la que fue condenado Lázaro Baéz a 12 años de prisión. Allí la Justicia probó que unos 60 millones de dólares salieron del país a través de “La Rosadita”, la financiera de Puerto Madero así conocida por sus clientes ligados al poder. Esa plata recorrió un circuito de empresas offshore constituidas en Panamá, Uruguay y Belice, que tenían cuentas en bancos suizos, cuyos beneficiarios finales eran los hijos de Lázaro Báez.
Parte de ese dinero retornó al país lavado tras ser cambiados a bonos de la deuda argentina y otra parte terminó en una cuenta en las Bahamas, con unos 6 millones de dólares. Por esa ingeniería financiera es que además de Báez fueron condenados su financista, el arrepentido Leonardo Fariña, su abogado, su contador y sus hijos, entre otras personas.
La Justicia probó que esos fondos tuvieron su origen en la obra pública con sobreprecios que recibió Báez y en el fraude fiscal realizado con la utilización de centenares de facturas truchas.
Parte del dinero de Lázaro Báez fue reinvertido también en el país, en decenas de estancias, terrenos, departamentos, casas y vehículos.
En esta causa, la fiscalía tiene la hipótesis de que ese dinero podría pertenecer a Cristina Kirchner o que habría alguna relación societaria entre ella y Lázaro Báez, por lo que la Cámara Federal instó al juez Sebastián Casanello, que tiene un parte residual de este expediente, que resuelva la situación procesal de la vicepresidenta y defina el vínculo con Báez.
Las inversiones de Carlos Kirchner
En la mira de la Justicia también se encuentra Carlos Santiago Kirchner, primo de Néstor Kirchner y exfuncionario del Ministerio de Planificación Federal, que esta semana fue procesado junto a su esposa, Cecilia Saade, por enriquecimiento ilícito, al no poder justificar bienes por unos 5 millones de dólares.
La medida fue dictada por el juez federal Julián Ercolini tras una investigación patrimonial que realizó el fiscal federal Gerardo Pollicita. El magistrado dispuso la inhibición general de bienes de ambos acusados. Carlos Santiago Kirchner está siendo juzgado junto con Cristina Kirchner en la causa conocida como Vialidad Nacional, donde se investiga el supuesto direccionamiento de la obra pública para beneficiar a Lázaro Báez. El primero de Néstor Kirchner estaba a cargo de la subsecretaría de Coordinación de Obra Pública Federal, que dependía del Ministerio de Planificación Federal y por su escritorio pasaban las licitaciones ahora cuestionadas.
El juez concluyó que los montos no justificados respecto de Carlos Kirchner ascenderían entre 2005 y 2017 a $12.606.848,65, equivalentes a US$2.242.231,47. En lo que respecta a Saade, su esposa, los montos no justificados ascenderían a US$721.925,11. Con respecto a sus empresas K-Sanc SA y Kjoro Real Estate Investments LLC, la adquisición de bienes muebles e inmuebles efectuadas ascienden a US$2.253.224,68 por dichas operaciones.
En su pedido de indagatoria, el fiscal Pollicita había señalado que el funcionario no pudo justificar bienes por más de 2,5 millones de dólares que incluyen 14 propiedades (una en Miami), 14 autos -entre ellos varios de lujo- y una embarcación. Entre los vehículos que adquirió el exfuncionario del Ministerio de Planificación se cuentan un Porsche, dos Audi, dos Mercedes Benz, un Peugeot 4008, un Subaru Forester, un Peugeot 308, un Torino, una Toyota Hilux y otros de menor valor.
Kirchner compró 13 inmuebles en el país valuados en US$1.855.000, otro en Miami, por US$625.000. También adquirió 14 automotores, por $3.525.457, y un barco, valuado en US$40.000. Todo esto sin que se justificara por su realidad económica.
Otras causas
En otros casos de corrupción ligados al kirchnerismo, pero más satelitales, también se encontraron fondos en el exterior. Por ejemplo, la Justicia le detectó al sindicalista Marcelo Balcedo 19 propiedades, entre ellas, dos chacras en Uruguay (incluida “El Gran Chaparral”, de Playa Verde, donde fue detenido), así com ocasas de lujo en los bosques de Cariló, campos, una casa en Tigre, otra en San Fernando y otra en el country Abril, un departamento en Puerto Madero y varios inmuebles en la ciudad de La Plata.
Solo el valor fiscal de los inmuebles argentinos supera los 60 millones de pesos, aunque el valor de mercado es muy superior. La fortuna total puede superar los US$30 millones. Balcedo tiene una flota de 38 autos, algunos de alta gama: una Ferrari, cinco BMW, dos Mercedes Benz, un Mini Cooper y tres Porsche. También posee una lancha, una moto de agua, otra embarcación y tres cuatriciclos.
Un caso inverso de dinero negro que llegó a la Argentina es el caso de la valija de Guido Alejandro Antonini Wilson, el venezolano que llegó al país con 800.000 dólares que supuestamente aportó el chavismo a la campaña electoral del kirchnerismo. La plata sigue ahí, sin que nadie la reclame.