Esta nueva prueba nuclear constituye una violación de las Resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas 1718 (2006), 1874 (2009), 2087 (2013), 2094 (2013), 2270 (2016), 2321 (2016), 2345 (2017), 2356 (2017) y 2371 (2017), que exhortan a la República Popular Democrática de Corea a volver al Tratado de No Proliferación y al régimen de salvaguardias del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), así como a abandonar todas las armas nucleares y los programas nucleares existentes de manera completa, verificable e irreversible, poniendo fin de inmediato a todas las actividades conexas, incluyendo lanzamientos con uso de tecnología de misiles balísticos y otros actos de provocación.
La República Argentina considera impostergable que la República Popular Democrática de Corea desista de inmediato de todo nuevo ensayo de armas nucleares y sus actividades conexas e inicie un proceso de desarme verificable, transparente e irreversible por cuanto estos actos representan amenazas a la paz y seguridad internacionales.