El incendio se inició por una vela prendida (a un santo) que se cayó arriba de un sillón. Los bomberos trabajaron durante dos horas para apagar las llamas y no pudieron salvar las instalaciones de la casa, ubicada en la esquina de Italia y Humaitá, en el sur de la localidad de Toay.
Valeria tiene tres hijos. Una de ellas, una bebé con sindrome de Down, está internada hace tres meses en el hospital Lucio Molas por problemas en los riñones. El esposo de Valeria, en el momento de la tragedia, se ecnontraba en el nosocomio capitalino acompañando a su hija.