El policía Fernando Martín Safenreider, acusado por el crimen del cazador Santiago Garialdi en un camino vecinal entre Lonquimay y La Gloria, afronta desde hoy el juicio oral y público que se realizará en el Centro Judicial de Santa Rosa.
El tribunal de audiencia está compuesto por los jueces Daniel Sáez Zamora, Carlos Chapalcaz y Alejandra Ongaro. Actúan como fiscala Adriana Martini, como abogado defensor José Mario Aguerrido y como querellante Omar Gebruers, patrocinante de los familiares de las víctimas.
Safenreider está imputado del delito de homicidio doblemente agravado por ser cometido por un miembro de las fuerzas de seguridad en abuso de sus funciones y agravado por ser cometido con arma de fuego, en concurso real con lesiones leves agravadas por el mismo motivo.
El primer testigo en hablar, de los ocho que hay previstos, fue el otro policía que estuvo detenido por el homicidio y luego fue sobreseído porque se determinó que no efectuó disparos, Norberto García. Antes, el abogado defensor de Safenreider, Mario Aguerrido, hizo una fuerte acusación contra la formación de los policías y la falta de controles en la provincia.
El hecho
El expediente había sido elevado a juicio a fines del año pasado. Safenreider quedó detenido acusado de homicidio por el crimen del 24 de julio de 2015. La víctima recibió un disparo en la cabeza en la torreta de la camioneta de los cazadores en la que circulaba cuando fue interceptada por la patrulla policial que ocupaban los dos policías.
La estrategia defensiva es cuestionar los controles de aptitud psicológicos y psiquiátricos de la fuerza policial y aliviar la responsabilidad del imputado. Safenreider pocos meses antes de que ocurriera el hecho habría estado con licencia psiquiátrica. Incluso se le habría retirado el arma reglamentaria, aunque posteriormente se lo reintegró al trabajo y se la devolvieron. La defensa pretende demostrar que si los controles hubiesen funcionado el imputado no habría estado en el procedimiento policial con un arma en sus manos la noche del homicidio.
Con respecto a la investigación, Gendarmería Nacional había entregado la última pericia a fines de noviembre del año pasado. En un informe de 200 hojas, se confirmó que solo el arma reglamentaria de Safenreider disparó aquella noche. Se secuestraron ocho vainas servidas de su pistola.
Por otra parte, los cazadores testimoniaron que esa noche fueron emboscados y no hubo disparos de su parte. En cambio, los policías intentaron defenderse en su declaración alegando una agresión de los cazadores. La acusación apunta a que el uniformado acribilló a la camioneta cazadora y uno de los disparos dio en la cabeza de la víctima mortal, el piquense Sergio Garialdi. La reconstrucción del hecho se hizo el 30 de agosto del año pasado.
Junto a Garialdi iban el conductor Andrés Casabonne (quien fue herido de un disparo en un glúteo), Mario Arroyo (dueño de la camioneta) y el joven Juan José Costilla (de 18 años). Garialdi iba en la torreta, donde habitualmente se ubica el tirador, junto al que manejaba el reflector. Los cazadores se movilizaban a bordo de una Ford F-100 de color gris, patente AWC 070, con vidrios polarizados.
Fuente: El Diario