Las tareas están organizadas y serán supervisadas por la Subsecretaría de Ambiente y la Dirección de Defensa Civil.

 

“Es una práctica tendiente a mejorar el ambiente en general de la Reserva, en virtud de que se han reintroducido especies herbívoras nativas, y para obtener un marco natural más propicio para su desarrollo. Además, se bajan las cargas de combustible de cara a la temporada de verano y por caídas de rayos o fuegos generados; con estas prácticas minimizamos las posibilidades de incendio”, indicó Córdoba.

“Las quemas se pueden realizar bajo ciertas condiciones meteorológicas que, a su vez, son dinámicas y van cambiando en el tiempo; por esta razón personal de Defensa Civil indicó a la Subsecretaria de Ambiente las fechas óptimas para realizar las quemas. Por seguridad se realizarán guardias de cenizas, pese a que el fuego es controlado”, explicó el subsecretario de Turismo.

 

La Reserva Parque Luro reabrirá sus puertas el viernes 31.