Continuando con la seguidilla de reparaciones urgentes y necesarias, el municipio trabaja sin descanso en "una ciudad casi devastada" por falta de inversiones de gestiones anteriores.
Hoy por la mañana un operario de DAGSA, debidamente protegido con un traje especial, bajó a unos 4 metros de profundidad para inspeccionar el estado de la cañería cloacal de asbesto cemento de 300 mm de diámetro, pudiendo constatar que se encuentra destruida en su parte superior, en una longitud de 1 metro aproximadamente.
Dicha rotura se produce por el efecto de degradación del material que generan los gases emanados de los líquidos cloacales a lo largo del tiempo.
En respuesta al inconveniente, en uno de los talleres municipales un grupo de operarios se encuentran fabricando la pieza con la que se realizará el sellado, y a partir del próximo lunes 18 de diciembre se ejecutarán los trabajos en la cañería en cuestión. Los mismos deberán trabajar con máscara de oxígeno por cuestiones de seguridad.