“La figura que a él se le imputa -homicidio culposo doblemente agravado por la conducción imprudente- está prevista en el artículo 84 bis del Código Penal, que conlleva una pena de tres años a seis de prisión. Esta es una figura que fue reformada en el 2017 y que, precisamente, incorpora como agravante el hecho de estar bajo los efectos de estupefacientes o con un nivel de alcohol igual o superior a 500 mg por litro en el caso de un conductor de transporte o un gramo por litro en los demás casos”, señaló Escoda en diálogo con #Novaresio910, en Radio La Red AM 910.
De acuerdo con el testimonio del fiscal, las dos condenas por robo que Rubén Darío Castiñeiras (el verdadero nombre de El Pepo) tiene como antecedente agravan cualquier situación. “Él tiene un historial condenatorio. Por lo tanto, el mínimo ya no lo correspondería. De haber recaer una condena, va a ser de cumplimiento efectivo”, afirmó.
“La excarcelación ordinaria no le cabría por sus antecedentes penales, algo que la Cámara de Dolores también sostiene. De todos modos, la defensa podrá intentar otras variantes, como la excarcelación extraordinaria, la prisión domiciliaria o una pulsera electrónica”, explicó Escoda, quien también adelantó cuáles serán los pasos que siga la fiscalía.
“Después del pedido de excarcelación, el juez tiene cinco días para resolverla. Y si nosotros encontramos en estos 30 días elementos suficientes para demostrar que estuvo alcoholizado, que hubo exceso de velocidad, que hubo una imprudencia grave, la fiscal que interviene va a solicitar la prisión preventiva”, advirtió.