Este proceso tiene como requisito fundamental el achicamiento o ajuste del gasto público y la necesidad de reducción del estado, en sus tres niveles: Nación, Provincia y Municipio.
Un estado deficitario que se ha tornado imposible mantener.
Déficit fiscal cero, ajuste del estado, achicamiento de estructuras necesita indefectiblemente a un sector privado pujante y proactivo que genere actividad económica, brinde oportunidades y absorba con empleo genuino toda esa gente que debe dejar el estado.
Las nuevas medidas que reimplantan el sistema de derechos de exportación, para todos los productos exportados del país, va en contra de esta necesidad básica de tener un sector privado proactivo en inversiones.
El desafío argentino es exportar más, generar más divisas, promover productos con valor agregado con miras a ser proveedor de alimentos y productos insertados en el mundo.
Para el posicionamiento de nuestros productos en el mercado internacional, es imprescindible mejorar la competitividad de nuestras empresas. Competitividad muy comprometida por la alta carga tributaria, el alto costo laboral y altísimo costo financiero, todo esto, derivado de un estado que compite por los recursos con el sector privado, cuando no se los captura, como es el caso de las últimas medidas.
El camino iniciado por el gobierno nacional de racionalización del estado, vía la reducción del déficit fiscal, debe ser acompañado por fuertes reformas que coloquen al sector privado en capacidad de generar inversión y así generar el desarrollo.