Durante el fin de semana, la dirigencia de River elevó la oferta por el atacante y convenció a San Pablo y Atlético Mineiro, clubes que eran dueños en partes iguales del jugador.
El caso de Mineiro era menos traumático, porque la delicada situación económica del club lo obligaba a aceptar, pero lo de San Pablo fue más complejo, porque Pratto tuvo una temporada muy buena con el equipo.
Además, el club paulista quería recuperar la inversión de 6,2 millones de dólares que había hecho por el 50 por ciento del pase del delantero.
Esa diferencia se zanjó en las últimas horas del domingo y Pratto, en caso de cerrarse algunos detalles respecto de la forma de pago, viajará entre lunes y martes a Buenos Aires para realizarse la revisión médica.
También apresuró los tantos que San Pablo tenga casi cerrado a Diego Souza, de Recife, un atacante que era del gusto del director deportivo Rai.
Lo cierto es que Pratto, en las próximas horas, regresará a Buenos Aires para firmar su contrato por cuatro años y medio, y hacerse la revisión médica.