Después de que la autopsia determinara que Diego Armando Maradona falleció por una insuficiencia cardíaca, este miércoles realizan las pericias complementarias al estudio forense. Analizan la sangre, la orina y los hisopados tomados en la autopsia y el corazón del Diez, que pesaba el doble que uno normal. Hay un fuerte operativo policial en la sede donde se realiza la práctica.
Se trata de estudios toxicológicos con los que se tratará de determinar si Maradona tenía rastros de haber consumido alcohol, drogas o alguna otra sustancia en las horas previas a su muerte. También se hacen pruebas histopatológicas, que estudian en forma microscópica los órganos y tejidos.
La mayoría de los peritajes se empiezan a realizar en la sede central de la Superintendencia de Policía Científica de la policía bonaerense en La Plata. Participarán dos de los fiscales que integran la investigación, Laura Capra y Cosme Iribarren, que controlan la apertura de las muestras.
La sección patología trabaja sobre el corazón de Maradona, que fue extraído en forma completa. Según lo que observaron los médicos forenses que realizaron la autopsia el órgano tenía una “miocardiopatía dilatada” y pesaba más de 500 gramos, casi el doble que uno normal.
Uno de los puntos de las pericias es el análisis del “sistema de conducción” cardíaco, las estructuras desde donde se produce y se trasmite el estímulo eléctrico que permite la contracción del corazón.
También se analiza el llamado “pool de vísceras”, las muestras de una serie de órganos para determinar si había enfermedades o lesiones, y las meninges, membranas que recubren el cerebro.
El otro laboratorio en el que se realizan pericias complementarias a la autopsia es el del Cuerpo Médico Forense (CMF) que depende de la Corte Suprema Justicia de la Nación. En este centro estudian el mechón de pelo con bulbo para el análisis de “tóxicos de depósito”, el líquido ascítico que fue extraído del peritoneo (cavidad abdominal) y otro ”pool de vísceras” con tejidos adiposos.