El gobierno anunció que el Ministerio de Salud absorberá las funciones del Instituto Nacional del Cáncer (INC), para “tener un mayor control de las acciones y cumplir con sus funciones de una manera más eficiente, manteniendo y garantizando programas, acceso a medicamentos y tratamientos”.
La decisión se tomó luego de un relevamiento donde, según el gobierno, se detectaron problemas logísticos, con entrega de medicamentos al borde de su vencimiento, compras ineficientes y programas y estructuras duplicadas.
Entre las estructuras duplicadas aparecen el Sistema de Vigilancia Epidemiológica y Reporte del Cáncer, cuyas tareas ya realiza la Subsecretaría de Vigilancia Epidemiológica; y los Programas Nacionales de Control y Prevención de distintos tipos de cáncer, cuyas responsabilidades ya están contempladas en las funciones de la Dirección Nacional de Abordaje Integral de Enfermedades No Transmisibles.
“También se detectaron graves fallas en la compra de medicamentos que no se ajustaron a los cambios de demanda. Por ejemplo, en 2023 se compraron opioides sin ningún criterio de cantidad y precio, lo que devino en vencimientos y un perjuicio para la administración del Estado, ya que se tuvieron que tirar 400.000 unidades de morfina vencida por una mala planificación”, detalló el oficialismo a través de un comunicado.
“El Ministerio reitera y recalca: esta medida no afectará la continuidad de ningún programa que garantizaba el Instituto Nacional del Cáncer y sólo es un cambio administrativo que apunta a corregir los problemas encontrados, optimizar los procesos de compra y mejorar la calidad de la atención al paciente oncológico”, se destacó en el comunicado difundido.
El titular del ministerio, Mario Lugones, explicó través de su cuenta de X: “Nuestro objetivo es corregir los problemas encontrados, optimizar los procesos de compra y mejorar la calidad de la atención al paciente oncológico”.