Los equipos de rescate en Turquía y Siria seguían buscando hoy sobrevivientes entre los escombros del devastador terremoto del lunes por la madrugada que provocó la muerte de más de 11.000 personas y decenas de miles de heridos.
En medio del frío y la devastación, los socorristas, auxiliados por los primeros equipos de emergencia llegados de otros países, luchan contra el reloj para encontrar personas con vida tras el terremoto de magnitud 7,8 del lunes a las 4.17 (23.17 del domingo en Argentina), con epicentro en el sureste de Turquía.
El ministro de Interior de Turquía advirtió que las próximas 48 horas iban a ser "cruciales" para encontrar sobrevivientes del sismo, que llevó a Ankara a decretar siete días de luto nacional.
En total, el número de fallecidos superó este miércoles las 11.000 personas, según consignó la agencia de noticias AFP.
En Siria, el saldo debe "subir considerablemente porque cientos de personas siguen atrapadas bajo los escombros", indicaron los voluntarios de protección civil en las zonas rebeldes.
Se trata del peor terremoto que ha vivido Turquía desde 1999, cuando una sacudida mató a 17.000 personas, un millar de ellas en Estambul.
Ayer, en la localidad siria de Jindires, los socorristas pudieron rescatar a una niña recién nacida entre los escombros del inmueble. La bebé estaba todavía unida por el cordón umbilical a su madre, fallecida como el resto de miembros de la familia.
Sin embargo, el rescate llegó tarde para Irmak, una adolescente de 15 años. En silencio, su padre Mesur Hancer sostenía la mano inerte de la chica atrapada en los restos de un bloque en Kahramanmaras (sureste de Turquía).
El devastador terremoto estuvo seguido por numerosas réplicas, algunas potentes, que provocaron el pánico en numerosos supervivientes, temerosos de volver a sus casas.
En total, la Organización Mundial de la Salud calcula que 23 millones de personas quedaron "expuestas" a las consecuencias del terremoto, "incluyendo cinco millones de personas vulnerables".
Ayer, comenzaron a llegar los primeros equipos de rescate extranjeros. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que decretó el estado de emergencia por un periodo de tres meses en diez provincias afectadas, indicó que 45 países ofrecieron ayuda, entre ellos Argentina.