Una causa judicial investiga si el médico Jorge Rigutto contrató a sicarios para que actuaran en el "apriete" a una persona con la que tenía problemas personales.
Es una derivación de la otra acusación que pesa sobre Rigutto (ver aparte), en la que se aportaron distintos audios con el objetivo de comprobar la "verdadera personalidad" del profesional.
Entre los 18 audios que se entregaron al Poder Judicial se incluyen algunos que lo involucran en una comprometedora situación en la que aparenta contratar a sicarios para amedrentar a una persona y su pareja, con quienes tenía cuentas pendientes y disidencias personales.
La voz que sería de Rigutto da detalles del nombre, de su ocupación, del domicilio de trabajo (en Bahía Blanca) y del documento. También le aporta "el teléfono de esta mina". Se jacta de que lo sabe de memoria "porque estamos en juicio todavía".
"Te pregunto… ¿esto va a quedar como una mecánica de qué, de robo?", pregunta. "Yo lo que quiero es que sea efectivo el trabajo", reclama.
Cuando acuerdan el lugar donde se produciría el disparo, pregunta: "¿va en la pata en qué lugar va?". "Va en la gamba, en la rodilla", responde su interlocutor. "Sí, ahí, ahí, en la rodilla", pide al hacer el contrato y se interesa: "¿pero aciertan, cómo son estos tipos? Porque no es fácil la jugada…".
"Son tipos de experiencia. Si no le pegan el primer tiro le tiran el segundo. Hasta que quede rengo, que quede tirado. Vos despreocupate, por eso despreocupate", promete la parte contratada. Y anuncia, casi publicitariamente: "el trabajo una vez que estén allá se va a hacer".
En tono de profesional médico, el contratador de sicarios redondea: "yo te aclaro lo siguiente… yo me dediqué toda la vida a salvar vidas, ahora a este negro hay que…".