El documento que hoy firmará la mayor parte de los países que van desde Canadá hasta Chile explicitará un compromiso firme en su lucha contra el terrorismo. El canciller Jorge Faurie y la ministra de Seguridad Patricia Bullrich serán los encargados de abrir el debate de hoy de cancilleres y delegados.
La presencia del secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo en Buenos Aires le dará una fuerte impronta a esta cumbre contra el terrorismo. Pero también hay una veintena de representantes de diferentes países del hemisferio y la presencia de delegados de la OEA.

El canciller argentino, Jorge Faurie
Tras la primera sesión de la Cumbre antiterrorista, los ministros y delegados de cada país redactaron anoche un fuerte documento que contemplaba al menos tres ejes concretos de acción:
1 Acorralar a Hezbollah. Bajo esa premisa, tanto Estados Unidos como Canadá, bregarán para que los países de la región repitan el ejemplo de Argentina que acaba de crear por decreto un registro de agrupaciones terroristas entre las que incluyó a Hezbollah.
De esta manera, la idea es "acorralar" las acciones de la agrupación pro-iraní que tiene fuertes lazos en la Triple Frontera de Paraguay, Brasil y Argentina.
También hubo advertencias en los paneles de ayer respecto al financiamiento y seguridad que Nicolás Maduro otorga a Hezbollah en Venezuela
2 Advertencias a Irán. En el documento que se presentará al plenario de cancilleres y delegados también hay menciones concretas a Irán en relación a su capacidad nuclear y al sustento que otorga a agrupaciones como Hezbollah en diferentes lugares del mundo.
3 Herramientas de acción. En este caso, el planteo del documento final que se dará a conocer hoy instará también a los países miembros de la cumbre de seguridad a intensificar la labor de seguimiento de grupos narcos en su vínculo financiero con agrupaciones terroristas.
Pero además hay instancias concretas a seguir como es el caso del Grupo 3+1 que buscan reflotar Argentina, Paraguay y Brasil con Estados Unidos en la Triple Frontera. Allí se trata de que haya un trabajo conjunto de las agencias de inteligencia, los oficiales de contraterrorismo y los ministerios de seguridad.