Sociedad
Santa Rosa, esa capital que se cree tranquila, acaba de ser sacudida por un golpe maestro que ya tiene aroma a película de gánsteres, aunque de los berretas. Olvídense del "cuento del tío" de barrio. Lo que ocurrió ayer al mediodía en Juan XXIII al 200 no fue un simple asalto, fue la ejecución quirúrgica de un plan diseñado al milímetro. Un robo que grita: "Aquí hubo un entregador con nombre y apellido".
Mariana Gallego y Mauricio D'Alessandro se apartaron de las causas por alimentos y régimen de visitas de su hijo Francisco. El conflicto con el expresidente sigue escalando.






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