En un movimiento diplomático relevante, el presidente argentino, Javier Milei, confirmó su próxima visita a Estados Unidos para reunirse con Donald Trump, presidente electo de ese país. La comunicación telefónica entre ambos líderes, gestionada por funcionarios de la administración de Milei desde la Quinta de Olivos, se produjo al caer la noche y estuvo centrada en felicitaciones por el reciente triunfo de Trump y en coordinar un encuentro presencial.
Fuentes del gobierno indicaron que el mandatario argentino podría viajar antes de la toma de posesión del republicano, posiblemente a Palm Beach, Florida, donde Trump reside. La organización de esta reunión está a cargo de Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, y Gerardo Werthein, ministro de Relaciones Exteriores, quienes trabajan en la coordinación de agendas para definir la fecha exacta.
Werthein, con una sólida experiencia en la política estadounidense gracias a su pasado como empresario, miembro del Comité Olímpico Internacional y embajador argentino en EE.UU., ha sido un vínculo clave entre Milei y Trump. De hecho, fue quien acompañó a Milei en sus visitas previas a Washington y participó en reuniones con Elon Musk, otro influyente empresario y posible miembro del futuro gabinete de Trump.
Musk, propietario de Tesla y la red social X, ha mantenido una relación cercana con Milei, apoyándolo públicamente y colaborando en discusiones estratégicas. Ambos líderes se han reunido en dos ocasiones: en abril, en la fábrica de Tesla en Austin, Texas, y en septiembre, en el hotel The Langham de Nueva York, durante la participación de Milei en la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde hablaron sobre temas como el RIGI, la Ley Bases y las reformas de desregulación del gobierno argentino.
Pese a que Milei y su gabinete mantuvieron una postura discreta respecto a las elecciones estadounidenses y evitaron inmiscuirse en asuntos externos, el respaldo del oficialismo hacia Trump frente a la demócrata Kamala Harris fue evidente. Durante el recuento de votos, Agustín Romo, jefe del bloque de La Libertad Avanza en la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, y la abogada Macarena Alifraco estuvieron en el búnker de Trump siguiendo los resultados.
Al día siguiente, los funcionarios del gobierno argentino, incluyendo al vocero Manuel Adorni y al secretario de Justicia Sebastián Amerio, se presentaron en la Casa Rosada luciendo prendas rojas, símbolo del triunfo republicano. “Llegué con una corbata celeste y me dijeron ‘de ninguna manera, vamos a buscar una roja’. Salimos corriendo a conseguirla, aunque me queda un poco grande”, relató un miembro del gabinete entre risas.
Milei fue uno de los primeros en felicitar a Trump públicamente a través de un mensaje en X, asegurándole que “puede contar con Argentina para llevar a cabo su tarea” y deseándole “éxitos y bendiciones”. Guillermo Francos, jefe de Gabinete, también confirmó el intercambio de mensajes entre ambos mandatarios al salir de una misa en la Catedral de Buenos Aires. La vicepresidenta Victoria Villarruel, por su parte, destacó que comparten valores comunes y expresó su esperanza de que la colaboración sea beneficiosa para Argentina.
Este encuentro representará la única audiencia que Trump concederá a un presidente latinoamericano antes de su asunción, prevista para principios de enero próximo.