"Estamos aquí para repudiar con vehemencia el golpe en el Estado Plurinacional de Bolivia.
Producto de nuestra historia, no podemos dejar de alertarnos cuando las Fuerzas Armadas se exceden en el uso de sus atribuciones.
Tal vez como si fuera un acto reflejo guardado en la memoria colectiva, la mayoría de las argentinas y los argentinos tomamos nota con estupor que miembros armados encargados de la defensa del país y de custodiar nuestra seguridad se atrevan a socavar la autoridad legítimamente constituida.
Tal vez estábamos equivocados en creer que la democracia había triunfado definitivamente en América Latina. Por eso, debemos redoblar nuestro compromiso y reafirmar, todas las veces que sea necesario, que la democracia es el único régimen político aceptable.
Tenemos que ser activos defensores y vigilantes para que estas normas de convivencia reinen en nuestros países.
Hoy aquí, en este recinto, estamos dando un paso positivo en esa dirección.
No pueden dejar de preocuparnos los distintos episodios que se suceden actualmente a lo largo y ancho de todo nuestro continente.
La violencia física contra las personas no puede llenar el vacío producido por la falta de diálogo y la carencia de respuestas sensibles a las necesidades más apremiantes.
Al contrario, debemos reafirmar que la paz y el respeto a la vida es el único camino para engrosar la empatía, la solidaridad, la tolerancia y la salida consensuada a los problemas políticos.
Hago un llamado para consolidar un consenso entre todas las fuerzas políticas de nuestro país en torno a esta cuestión. Nuestra condena a la interrupción democrática no debe tener fisuras ni estar determinada ideológicamente. El consenso nacido en el año 1983 debe enfatizarse una vez más y, para ello, es necesario el repudio de todas y todos.
Muchas gracias…"