El gobierno nacional prevé lanzar en diciembre, mediante el sistema de Participación Público Privada, la licitación por unos us$ 530 millones para la rehabilitación de unos 700 kilómetros de vías del ferrocarril Roca Cargas que unirán el yacimiento neuquino con el puerto de Bahía Blanca.
El Ministerio de Transporte busca realizar esta obra para comenzar a desplegar el denominado Proyecto Logístico Vaca Muerta cuyo eje central es el trazado ferroviario que permitirá una significativa reducción de costos para las petroleras que operan en una de las mayores cuencas de recursos no convencionales del mundo.
El proyecto que se maneja en la cartera que conduce el ministro Guillermo Dietrich y que forma parte del Plan de Inversión Ferroviaria prevé la recuperación de 585 kilómetros de vías en el tramo que va de Bahía Blanca, en el suroeste de la provincia de Buenos Aires, y el municipio de Contralmirante Cordero al noroeste de Río Negro, departamento General Roca.
También se prevé la construcción de 115 kilómetros de nuevas vías para unir Contralmirante Cordero con la localidad de Añelo, en la provincia de Neuquén, que se convirtió en el epicentro del desarrollo petrolero que vive en los últimos años Vaca Muerta.
El trazado total de 700 kilómetros de vías demandará una inversión de us$ 530 millones, y el lanzamiento de su licitación previsto para septiembre se realizará mediante el modelo de Participación Público Privada (PPP), contemplado en la ley 27.328 aprobada en noviembre por el Congreso nacional.
Este sistema de contratación de grandes obras de infraestructura se pondrá en marcha por primera vez a partir de julio cuando el Ministerio de Transporte lance el proceso de re-licitación de siete corredores viales, lo que implica unos 5.500 kilómetros de rutas nacionales y de los cuales 1.200 kilómetros serán autopistas.
La obra a licitar en diciembre tiene un plazo de ejecución de 4 años, prevé generar 2.900 puestos de trabajo, y forma parte de un trazado ferroviario mayor que une a Bahía Blanca con la ciudad de Buenos Aires, mediante un corredor con 600 kilómetros adicionales de vías existentes que oportunamente deberán ser reacondicionadas.
La obra que atravesará las provincias de Buenos Aires, La Pampa, Río Negro y Neuquén es considerada fundamental para el complejo petrolero neuquino y un desarrollo de infraestructura clave por su potencial capacidad de transportar recursos de manera sustentable y económicamente más eficiente.
El corredor ferroviario Bahía Blanca-Vaca Muerta genera el interés de las grandes petroleras que actualmente operan en el yacimiento, ya que les permitirá un medio más económico y eficaz para el transporte de insumos vitales para la operatoria en no convencionales como las toneladas de arena que requieren para el fracking, equipos y kilómetros de tuberías.
Pero el tren también permitirá a las compañías el eventual transporte de parte de esa producción que no evacuen del yacimiento mediante ductos, como por ejemplo algunos productos derivados que podrían ser eventualmente exportados a través del puerto bahiense, o de algún aprovechamiento minero cercano.
En la actualidad, todo el movimiento se realiza en todo su trayecto por medio de camiones, lo que complica la estrategia de gastos y ambientales de las compañías y de tránsito para los usuarios de las rutas que en torno al yacimiento lucen en mal estado y sobrecargadas.
El tren es uno de los principales reclamos junto a la infraestructura vial que reclaman las compañías al Estado nacional y al provincial, como parte de la ecuación para reducir los costos que permitan concretar las millonarias inversiones que en los próximos años requerirán el aprovechamiento masivo del recurso.
El proyecto, en las distintas alternativas analizadas, contempla exclusivamente un trazado para operaciones de cargas y no de pasajeros, y para atender el crecimiento de la futura demanda de Vaca Muerta.
En Neuquén, el proyecto toma cobra doble interés al vincularlo al proyecto de corredor bioceánico del Ferrocarril Trasandino del Sur que podrá unir el puerto de Bahía Blanca, pasando por la provincia patagónica, con la Octava y Novena Región de Chile, para consolidar vías de exportación, por los océanos Atlántico y Pacífico.