Desgastado y en medio de una intensa negociación con la CGT y los empresarios por un bono salarial que atenúe la devaluación del peso, la salida de Jorge Triaca de la Secretaría de Trabajo sería inminente según dieron cuenta en diferentes medios nacionales. En el Gobierno y en diferentes pasillos sindicales afirman que se concretaría después de la cumbre del G-20 , ya que él encabezó la agenda laboral con sus pares de los otros países.
Envuelto en otro escándalo por presuntas irregularidades en un gremio intervenido por su gestión y con una disputa abierta con Elisa Carrió y Laura Alonso para evitar que los sindicalistas estén obligados a presentar su declaración jurada de bienes, el jefe de la cartera laboral dejaría su cargo y ya circulan versiones sobre su destino: una embajada en Europa u operador en las sombras de la campaña electoral de 2019 de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires.
El desplazamiento de Triaca fue confirmado a medios nacionales por un funcionario del Gobierno y dos sindicalistas de buen diálogo con el oficialismo. Su entorno, sin embargo, lo negó y adjudicó los rumores a "operaciones internas y mediáticas".
En la Casa Rosada intentarán mostrar que la salida de Triaca sería parte de una reestructuración desde que su área perdió rango ministerial. Desde entonces, quedó bajo la supervisión de Dante Sica y las fricciones fueron casi cotidianas. Las tensiones siguieron incluso durante las últimas horas, cuando ambos funcionarios se pusieron al hombro la negociación con los gremialistas y empresarios para avanzar con el pago de un bono de compensación salarial y activar una suerte de pacto antidespidos hasta marzo.
Hace casi un mes hubo un hecho que no pasó desapercibido: un jerárquico de la cartera laboral dejó plantado a su par de Producción y Trabajo. El desplante llegó a la cima. Nada volvió a ser lo mismo a pesar de que Sica ratificó ayer a Triaca en su cargo.
Con rango de secretaría, el presidente Mauricio Macri desistiría de una figura fuerte y política para reemplazar a Triaca. Apostaría por un técnico. Cuando Triaca presentó su renuncia a comienzos de este año por el escándalo con su exempleada doméstica y los nombramientos polémicos en el SOMU, otro gremio intervenido, surgieron los nombres del vicejefe porteño, Diego Santilli, y de la senadora Gladys González como eventuales sucesores. Hoy pican en punta dos candidatos de perfil más bajo: Horacio Pitrau, el actual número dos de Triaca, y Tomás Calvo, asesor legal de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).
Pitrau fue director nacional de Asociaciones Sindicales y llegó a ser vicejefe de Trabajo cuando desplazaron a Ezequiel Sabor, actual embajador en México. Es abogado penalista y entre sus clientes estuvo Sergio Schoklender, exapoderado de Madres de Plaza de Mayo. Triaca pidió que él sea su reemplazante.
Calvo es abogado laboralista y tejió un vínculo con Sica cuando coincidieron como asesores en la UOM. Es experto en negociación colectiva y tuvo un paso por el Grupo Rhuo, de Patricio Farcuh, el dueño de la empresa postal OCA y quien está en la mira de la Justicia por sus nexos con Hugo Moyano.
No es la primera vez que Triaca navega entre la salida y la continuidad. La reciente denuncia por un presunto fraude en el gremio de seguridad lo descolocó. Pero su mayor golpe fue lo del SOMU, que derivó en el decreto antinepotismo que obligó la renuncia de su mujer del Ministerio de Salud.