El Fondo Monetario Internacional aprobó este lunes la segunda revisión del programa con el organismo, que permitirá la liberación de unos US$ 4.000 millones para la Argentina cuando el directorio ejecutivo le de luz verde. El anuncio se hizo poco antes de la reunión de la directora gerente Kristalina Georgieva con el presidente Alberto Fernández en Nueva York, quien se lleva de esta ciudad una buena y esperada noticia que servirá para aliviar momentáneamente las arcas del Central.
La foto entre Georgieva y Fernández sellará el trabajo de los técnicos del Fondo, encabezados por Luis Cubeddu, y los de Economía, piloteados por el asesor Leonardo Madcur, que estuvieron trabajando en el staff agreement por varias semanas por Zoom y también cara a cara la última semana en Washington cuando estuvo el ministro Sergio Massa. Según dijo el director de Comunicaciones Gerry Rice, el board podría tratarlo dentro de 2 y 4 semanas.
El anuncio y el encuentro con Georgieva en el marco de la visita de Fernández a la Asamblea de las Naciones Unidas da un impulso a su gira del presidente, que dará el martes un discurso ante los líderes globales, pero venía con una agenda sin demasiadas bilaterales de importancia.
La mayoría de lo que se desembolse irá a parar de nuevo al Fondo. Los tiempos urgen para la Argentina porque el miércoles hay un vencimiento de US$ 2800 millones con el organismo y dada la burocracia administrativa los 4.000 aprobados hoy recién llegarán en unas semanas. Igualmente, el Central pagará con reservas propias porque ya cuenta con la seguridad de que el dinero llegará. En las arcas hay ahora dinero de la liquidación de la soja y de los Derechos Especiales de Giro (DEG) que el Fondo giró a todos los países hace unos meses.
El paquete se terminó de afinar estos días, luego de la visita del ministro Sergio Massa y su equipo a Washington. Luego de reunirse con el funcionario argentino, Georgieva había dicho que la revisión se terminaría "en los próximos días". Si bien los funcionarios argentinos destacaron siempre el compromiso con las metas del programa, que incluyen un 2,5% de déficit primario y 5800 millones de dólares en reservas a fin de año, expertos dudan de que se puedan cumplir.