Herirse o hacerse daño es algo común entre los adolescentes. El objetivo no es tanto el sentir dolor como “acabar con las emociones negativas que no saben controlar”, según explican los expertos. Mostrar su dolor, mostrar su llanto de una forma explicita. No quieren suicidarse, solo quieren transmitir que están mal, que sufren. ¿Cómo reaccionan los otros jóvenes al ver estas imágenes? ¿Les produce rechazo, empatizan o denuncian el daño? Un tema que despertó la curiosidad de investigadores de la Universidad de Ulm (Alemania) y así decidieron estudiar el porqué las fotos que cuelgan los adolescentes en las que enseñan cortes o heridas, en las distintas redes sociales, se comparten con velocidad y son muy comentadas.