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A un año de su desaparición, encontraron el Ara San Juan

La Armada Argentina confirmó durante la madrugada de este sábado que se encontró el submarino ARA San Juan, que había desaparecido hace un año.
 
El submarino desapareció con sus 44 tripulantes el 15 de noviembre de 2017 fue hallado a las 0.30 del sábado.
 
"El Ministerio de Defensa y la Armada Argentina informan que en el día de la fecha habiéndose investigado el (Punto Dato) POI 24 informado por la empresa Ocean Infinity, mediante la observación realizada con un ROV (vehículo de observación remota) a 800 mts de profundidad, se ha dado identificación positiva al submarino ARA San Juan", señaló un breve comunicado.
 
Antes de confirmar la noticia, las autoridades de la Armada se comunicaron con los familiares de los tripulantes.
 
El viernes por la noche, el buque Seabed Constructor, a cargo de la búsqueda del submarino ARA San Juan, llegó al denominado "Sitio 1". Allí había sido detectado un objeto de "60 metros de longitud", a partir de un nuevo análisis de imágenes recopiladas durante los primeros días de la búsqueda.
 
(La imagen distribuida por la Armada Argentina sobre la zona del hallazgo)
 
Según informó Ocean Infítiny, que cobrará 7.5 millones de dólares por el hallazgo, el submarino estaba localizado a 800 metros de profundidad en el Atlántico Sur, a unas 250 millas náuticas (460 kilómetros) del golfo chubutense de San Jorge, donde se había montado el centro de operaciones durante la búsqueda. Este es un punto que ya habían revisado pero no habían encontrado nada; los familiares fueron los que insistieron en el retorno al lugar, un área específica donde se suponía que podía estar el submarino.
 

Qué pasó, según los expertos

 
Los momentos finales del ARA San Juan no fueron segundos, ni minutos, sino horas donde una serie de hechos, algunos simultáneos y otros concatenados, llevaron a la implosión del submarino que yace en el fondo del Mar Argentino. A esta conclusión arribaron los tres expertos de la comisión investigadora y ad honorem que creó el Ministerio de Defensa a un mes del último contacto con la nave argentina. 
 
Para llegar a estas conclusiones, los integrantes del equipo analizaron casos anteriores y bibliografía internacional. Además, se reunieron con otros expertos internacionales, con personas que llevaron adelante la reparación de media vida del submarino y mantuvieron contactos con la Organización del Tratado de Prohibición de Ensayos Nucleares (CTBTO, por sus siglas en inglés) que detectó la "anomalía hidroacústica" el 15 de noviembre pasado.
 
Según el documento, los hechos comenzaron con un incendio en el tanque de baterías ubicado en la proa. El incidente habría sido provocado por la entrada de agua a través del snorkel. El temporal del 14 de noviembre era desde el sudoeste, es decir que el submarino en superficie debía navegar hacia el noreste para que las olas vinieran de popa y afectaran menos la navegación.
 
El incendio obligó a que el ARA San Juan saliera a superficie, de noche, y en medio de una tormenta. Controlar ese incidente, sacar el humo y el hidrógeno podría haber llevado horas, en la oscuridad y con clima hostil. Según el reporte, cuando se pudo controlar [aunque sea parcialmente] la situación, se decidió ir a inmersión con intención de navegar hacia Mar del Plata y seguir trabajando en las reparaciones.
 
Para los expertos, llegado este punto, la tripulación acumulaba desgaste "físico y psíquico" por haber estado en esa situación toda la noche. Eso no fue reportado en la última comunicación de las 8.52 del 15 de noviembre.
 
A partir de allí, en algún momento se habría reavivado el incendio o desatado uno nuevo. Otra vez a oscuras y ahora con la tripulación cansada, una nueva explosión podría haber generado descontrol. Ante esa situación, se perdió o se vio afectado el "sistema de gobierno" de la embarcación, que se habría ido hasta el fondo. A estas alturas, los tripulantes ya habrían tomado conciencia de su destino final. Cabe destacar que, a la hora de salir a superficie, no se tiene en cuenta la profundidad del mar en ese sector porque no se imaginaba que pudiera ocurrir una falla que dejara al submarino sin control.
 
Según la Comisión, la explosión que se detectó, en realidad fue una implosión y el abollamiento del casco por la presión del agua. Eso es lo que se pudo chequear a través del CTBTO. Ahora, ante el hallazgo de los restos del submarino, tal vez puedan terminar de reconstruir lo ocurrido tras la desaparición.

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