Los disturbios ocurrieron en el centro de Río de Janeiro, donde la Policía empleó gases lacrimógenos para intentar dispersar a los manifestantes, que les respondían con piedras. Al menos una persona resultó herida, según imágenes del canal Globo News.
Miles de personas salieron a las calles desde la tarde en varias ciudades del país para protestar contra Temer. Las marchas también tuvieron lugar en la Avenida Paulista de São Paulo, centro neurálgico de las protestas sociales en el corazón económico del país.
En la capital, Brasilia, miles de personas se reunieron en la Plaza de los Tres Poderes, en la zona gubernamental y frente al Palacio de Planalto para exigir la salida de Temer.
Las primeras protestas empezaron anoche, después de que el diario "O Globo" diera a conocer una denuncia hecha por el empresario Joesley Batista, que presentó a la Justicia una grabación de audio en la que se escucha a Temer aprobando aparentemente un pago de sobornos que admite ante él Batista.
El empresario le cuenta que le estuvo pagando al encarcelado ex diputado Eduardo Cunha, un ex aliado de Temer condenado a 15 años de prisión por el caso "Lava Jato", para que éste no revele en la cárcel detalles sobre la corrupción política en el país.
La revelación causó un terremoto político en Brasil, castigado desde hace tiempo por escándalos de corrupción. "No renunciaré", clamó hoy Temer en una combativa comparecencia en Planalto. "No compré el silencio de nadie".
La denuncia lo acusa sin embargo de haber avalado directamente los pagos a Cunha. Las partes audibles del audio difundido en la tarde por la Justicia brasileña parecían confirmar esa versión. El Tribunal Supremo de Brasil autorizó hoy la apertura de una investigación contra Temer.