La Jefatura de Policía confirmó el accionar delictivo del imputado y por la gravedad del hecho todo indica que será expulsado de la fuerza.
El uniformado se desempeñaba como encargado de las celdas de los detenidos. Lo que se pudo determinar fue que el audaz "servidor público" aprovechaba esa función para proveer de sustancias alucinógenas y alcohol a las personas privadas de su libertad.
Los sospechosos movimientos del agente fueron advertidos por el oficial de guardia durante el horario de visita de los familiares a los presos alojados allí. En esas circunstancias observó que el carcelero guardó en los bolsillos de su uniforme dos envoltorios que le entregó una de las visitas. Frente a esta evidencia, el oficial procedió a la detención y a la requisa del subalterno.
La Jefatura de Policía informó a través de la oficina de prensa que entre las pertenencias del uniformado encontraron botellas de alcohol y un envoltorio que contenía 2,5 gramos de marihuana. Dichos elementos -señala el informe- iban a ser entregados a los detenidos que estaban bajo su control.
Con estas pruebas la Unidad Regional N§ 2 dio intervención a la Fiscalía Penal N§ 1 de Orán, que dispuso que el policía continúe privado de su libertad hasta tanto concluya la investigación.
Trascendió que en las requisas anteriores, en las celdas de los presos de la citada subcomisaría se encontraron envases de bebidas alcohólicas. Fue así que atando cabos, los superiores habrían podido establecer que esto sucedía todas las veces que el agente en cuestión cumplía el servicio de carcelero.
Con estos antecedentes, todo indica que el policía fue sometido a una tarea de inteligencia interna y que eso posibilitó que cayera con las manos en la masa. De lo expuesto surge evidencia que el uniformado se ganaba unos pesos extras con su accionar delictivo.
Por su rol de carcelero, el hombre mantenía contacto fluido con los familiares de los detenidos. Fue así que aprovechó la coyuntura para hacer de las suyas.
Implicado en una fuga
Las fuentes consultadas revelaron otro detalle no menor en relación a la foja de servicio del agente detenido. Refirieron que el policía habría estado involucrado con la fuga de seis presos de la comisaría 24 de Orán en febrero pasado.
Por esa sospechosa evasión la Jefatura de Policía ordenó que todos los efectivos que estuvieron de guardia ese día fueran sumariados y luego trasladados a otro destino. Al agente lo enviaron a la subcomisaría 9 de Julio en la misma ciudad de Orán, con lo cual no se cumplió aquello del "castigo" que la institución impone a sus cuadros ante la mínima sospecha de algún mal proceder.
Si lo que trascendió es cierto, lo que llama la atención es que al joven uniformado le hayan asignado, paradójicamente, la tarea de carcelero en el nuevo destino.
Sería exonerado
Se informó que el agente se desempeña en la institución desde hace más de cinco años. Paralelamente a la actuación judicial por el delito que se le imputa, a nivel interno la Jefatura de Policía dio intervención a la Oficina de Asuntos internos de la Secretaria de Seguridad para que se proceda a la exoneración del acusado.
Fuente: El Tribuno