El estudio reveló más hectáreas inundadas que a fines de agosto pasado cuando se indicó que eran 452.082 bajo el agua y 687.462 anegadas. La explicación oficial es por el movimiento de napas a nivel regional.
El agua de lluvia azotó a la provincia durante los meses de abril y mayo. La cantidad de lluvia caída generó el anegamiento de las calles de tierra en la mayoría de los municipios de la zona norte. Además, las inundaciones destruyeron los cultivos y dejaron sin alimento a un alto porcentaje del ganado.
La estimación oficial reveló pérdidas por unos 2.000 millones de pesos.
A raíz de esto, se declaró la emergencia o desastre para explotaciones agrícolas, agrícolas-ganaderas y ganaderas de todos los departamentos del norte provincial y también los departamentos de Catriló, Conhelo y Quemú Quemú, como también en parte de Capital.