"Mano de hierro a la traición, a la corrupción. A mí no me va temblar el pulso con nadie, cuento con el apoyo del pueblo y de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. De cada ataque saldremos más fuertes, nadie nos va a detener"
Así comenzó su discurso el dictador venezolano, Nicolás Maduro. El mandatario presentó la Memoria y Cuenta de 2018 y el Plan de la Patria 2019-2025. Anunció un aumento del salario mínimo y que 2.000 médicos cubanos, que estaban en Brasil, llegarán a Venezuela.
El jefe de Estado hizo hincapié en los "logros económicos" de la revolución bolivariana en el año que pasó y responsabilizó a la oposición: "Se ha puesto el grupo que dirigió las guarimbas y su plan diario es el show mediático, los falsos positivos y los ataques terroristas a hospitales. Ellos montaron el ataque al Hospital Clínico Universitario, sabotearon los sistemas de carga y recarga eléctrica para crear un show a los medios y a las cámaras internacionales y buscar una escalada para una intervención", disparó.
"El 2018 fue un año de desafíos, de obstáculos, de sabotajes del enemigo contra nuestras industrias petroleras y hospitales. Se agredió al bienestar familiar y a la moneda venezolana", siguió.
Y agregó: "La revolución bolivariana se ha ganado los más enconados enemigos por haberle declarado la guerra a la pobreza en medio de la arremetida del crimen que cometen las mafias del mundo".
Luego reconoció que la caída de los precios petroleros afectó a la economía de su país: "En 2018 tuvimos una gran reducción de los ingresos a causa de la caída de los precios petroleros. Tenemos que revertir la caída del sector petrolero que estaba con mafias enquistadas, estaban podridos por dentro".