“Lamentablemente nos encontramos con tarifas muy altas y con gravísimos problemas de la gente para pagarlas. Cuando caminamos la ciudad de Santa Rosa, escuchamos a la gente muy preocupada porque no saben cómo van abonar las últimas boletas de luz que registraron aumentos siderales. Los vecinos entienden que venimos de una fiesta de derroche indiscriminado de subsidios pero también comprenden que este tipo de ajuste es salvaje para salarios que vienen depreciados y que lo único que quitan es capacidad de consumo” enfatizó.
“Hoy una garrafa tiene un valor de ciento setenta pesos aproximadamente, cuando hace dos años atrás costaba entre treinta y cuarenta pesos. Esto, no es un problema solamente para el ciudadano común, sino para el pequeño y mediano empresario que pagaba veinte mil pesos de energía y hoy está pagando un promedio de ochenta mil pesos”, analizó
“Esta situación va a generar, que el empresario disminuya su producción corriendo el riesgo hasta de cerrar su fábrica. Debemos analizar con el gobierno provincial cómo podemos amortiguar este problema en los sectores de menores recursos y el de las pequeñas y medianas empresas” concluyó Hernández.