El presidente Alberto Fernández cerró en el Centro Cultural Kirchner (CCK) una nueva convocatoria del Consejo Económico y Social (CES) rodeado por los dirigentes de su máxima confianza, en medio de los chispazos que aún quedan después de la feroz interna librada con el kirchnerismo, a la que intentan ahora ponerle paños fríos públicamente desde ambas terminales oficialistas.
En un discurso donde pidió terminar con las desigualdades en el mundo después de la pandemia, el Presidente llamó a conciliar posiciones y utilizó para transmitir esa intención una charla que tuvo ayer con los “amigos” de la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Confederación General del Trabajo (CGT). “Les planteaba ‘miren, hemos probado mil formas: nos peleamos, discutimos... ¿Por qué no probamos de sentarnos a una mesa, contarnos qué nos pasa? Hagamos una suerte de terapia de grupo y encontremos una solución dialogada. Démosle una oportunidad al diálogo”.
Entonces, Fernández citó al reconocido cantante de The Beatles, John Lennon, y dijo: “Como Lennon, que le pedía al mundo que le dé una oportunidad a la paz, argentinos démonos la oportunidad una vez al diálogo, para ver si podemos construir algo nuevo y distinto”.
Incluso, después de terminar su alocución y de agradecer, el mandatario apeló a un último mensaje en el mismo tono, antes de irse: “Dense cuenta de la gran oportunidad que tenemos. Una vez probemos en ponernos de acuerdo”.
En sus palabras, Fernández defendió sin embargo el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que ahondó las rispideces entre su séquito de ministros y el kirchnerismo. Dijo que desde hace “mucho tiempo” propone crecer a futuro, pero consideró que “el escenario no estaba dado” por la presión primero de los acreedores privados y, después, de las obligaciones con el organismo crediticio. “Había que despejar esos problemas para poder animarnos a pensar en el futuro. Ese escenario ha empezado a despejarse y ahora ya tenemos claro dónde está el horizonte”, señaló.
Pese a que destacó la baja en la tasa de desempleo, el mandatario hizo una autocrítica al respecto de la inflación y contó el ida y vuelta sobre eso que tuvo con el ministro de Economía, Martín Guzmán. “Es cierto que la inflación se complica por el escenario internacional, pero ayer hablamos con Martín y de los 50 puntos de inflación debe haber diez que tienen que ver con la guerra, pero hay 40 que son nuestros. Eso está mal, nos daña a todos”, admitió el Presidente.
“El capitalismo necesita de gente que consuma, un capitalismo que prescinde de los consumidores se suicida. Tenemos que garantizar el consumo de nuestra gente para que el capitalismo siga vivo, que el que invierta tenga ganas de invertir para crecer. Nada lastima más que la inflación. Lo que sentimos es que lo que ganamos nos dura poco, no nos deja ahorrar, proyectar ni crecer para futuro”, comentó el mandatario que prometió encarar una “guerra” contra el indicador hace más de una semana, pero que no logra contenerlo ni lanzó un paquete de medidas específico para tal fin.
El mandatario dijo que también mira “con intranquilidad” que haya más de un millón de argentinos “que viven de un plan que les da el Estado” y remarcó la necesidad de que esas personas alcancen un trabajo formal, frente a una serie de referentes sociales presentes en la reunión. No obstante, halagó el desarrollo de la economía popular, como un guiño a los dirigentes de las agrupaciones que integran la estructura gubernamental y que son sus socios estratégicos para la contención social.
“No podemos hacer de cuenta que no existen. Debemos darle un marco regulatorio distinto al de la economía formal para incorporarlos y hacerlos parte de la economía argentina. Esa economía ha llegado para quedarse por mucho tiempo y no podemos esperar que el crecimiento derrame sobre ellos, porque el derrame no existe. Lo que se derrama va al bolsillo del poderoso, no va a los pobres”, planteó Fernández, que pidió también trabajar por las desigualdades de género y por la agenda ambiental.
En la reunión de este órgano presidido por el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, y que Fernández suele mencionar como el símbolo del trabajo “en unidad” que pretende imprimirle a su gestión, está también el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, quien fue el encargado de presentar los ejes para la implementación del Plan Argentina Productiva 2030.
Este proyecto se basará en mesas multisectoriales a lo largo del país y tendrá como misión, entre otras, que nueve millones de argentinos salgan de la pobreza y que se generen más de dos millones de puestos de trabajo asalariados. Sobre este último punto, las metas son que 70% de los nuevos empleos se creen por fuera del AMBA y que haya al menos 50% de participación femenina en ellos.
Sentado al lado de Fernández se encuentra el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. Al momento de hablar, el líder del Frente Renovador dijo que “la mejor foto de la Argentina” era la que se veía con la unión de quienes estaban en el Consejo y envió un mensaje que sonó hacia la interna frentetodista y también, como una expresión hacia la oposición.
“Todos quienes estamos acá y quienes no están tenemos la obligación de la construcción de la Argentina de mañana, que convive en cada uno de nosotros, que vamos a salir, que podemos, que sabemos cómo construir ese país del futuro que muchas veces fracasa porque la pelea, la división. nos transforma en amigos y enemigos sin escuchar las razones y superar la idea del amigo-enemigo, dividida”, planteó y agregó la necesidad de transformar los acuerdos en políticas de Estado como una “responsabilidad” de todos los espacios políticos. “Este no es un año electoral. Sentados a una mesa gobierno y oposición podemos darle los argentinos políticas de Estado”, dijo.
Además llegaron al CCK gobernadores, ministros, legisladores y representantes sindicales, de cámaras empresarias, de la academia y de la sociedad civil. Entre ellos están el jefe de Gabinete, Juan Manzur, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, y el secretario de Relaciones Parlamentarias y referente del Movimiento Evita, Fernando “Chino” Navarro.