Las exportaciones de trigo de Ucrania y Rusia, que constituyen una parte vital del suministro mundial de alimentos, siguen siendo bloqueadas por Rusia para que no salgan del Mar Negro, dijo esta semana el mayor comerciante agrícola de Alemania, BayWa.
"Todos los puertos ucranianos se encuentran bloqueados: del país no está saliendo nada", declaró a la agencia de noticias dpa Jörg-Simon Immerz, responsable de la comercialización de cereales en BayWa, quien añadió que la actividad exportadora de la parte rusa es "muy limitada".
La consideración de Immerz fue respaldada por la Autoridad Marítima de Panamá, que dijo, este 17 de marzo, que la Armada rusa estaba impidiendo la salida de entre 200 y 300 barcos del Mar Negro, la mayoría de los cuales transportan grano. Otros informes sugieren que se trata de unos 100 buques bloqueados.
Noriel Arauz, administrador de la Autoridad Marítima de Panamá, dijo que tres barcos con bandera panameña han sido atacados por Rusia desde que comenzó la invasión de Ucrania. Uno de los barcos se hundió y otros dos resultaron averiados, pero nadie resultó herido.
El periódico británico The Guardian informó de que otros barcos han sido alcanzados desde que comenzó la invasión el 24 de febrero, entre ellos, uno de Bangladesh y uno de Estonia, en el que murió una persona.
Rusia culpa de la paralización al alto riesgo de las minas, que presumiblemente "habían sido colocadas por la Armada ucraniana".
Seguridad alimentaria amenazada
Se han planteado dudas sobre la cantidad de cereales que podrá producir Ucrania este año, debido al conflicto. Al mismo tiempo, Rusia ha prometido tomar represalias contra las sanciones occidentales que han paralizado su economía.
Se presume que las restricciones a las exportaciones de trigo y fertilizantes ocupan un lugar destacado en la lista de Moscú, lo que podría tener más consecuencias para el suministro mundial de alimentos y la inflación de los mismos. Rusia produce cerca de 80 millones de toneladas de trigo al año y exporta cerca de 30 millones de toneladas, mientras que Ucrania exporta entre 20 y 25 millones de toneladas al año.
Immerz, de BayWa, agrega que todo el mercado está siguiendo las exportaciones de Ucrania más que las de Rusia, ya que se considera que están en mayor riesgo. "El trigo se sembró en otoño y ahora necesita abono. Y el maíz aún no se ha sembrado, y si no se puede sembrar, por supuesto, que no habrá cosecha", advierte el experto.
Días después de la invasión, el presidente ucraniano, Volodimyr Zelenski, instó a los agricultores a comenzar la temporada de siembra con normalidad, donde fuera seguro hacerlo. BayWa, por su parte, cree que no hay razón para temer una escasez de trigo, ya que en la Unión Europea (UE) se cosecha mucho más trigo del que se consume.
"La UE exporta unos 30 millones de toneladas de trigo al año, y Alemania también es exportadora en años normales", acota Immerz. Pero este no es el caso para todos los tipos de grano. "Dependemos de las importaciones de maíz", añade.
África, el continente más vulnerable
Mientras tanto, un nuevo informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) ha advertido sobre el impacto de la guerra en la situación alimentaria de África.
Entre 2018 y 2020, Rusia representó casi un tercio de las importaciones de trigo al continente, mientras que alrededor del 12 por ciento proviene de Ucrania.
El informe de la UNCTAD señala que hasta 25 países africanos, especialmente las economías menos desarrolladas, dependen de las importaciones de trigo de Rusia y Ucrania. La falta de excedentes en África limita las posibilidades de compensar cualquier pérdida de suministros, mientras que el aumento de los costes de fertilizantes supondrá una carga adicional para los agricultores, advirtió la ONU.
Mientras tanto, el alza del precio del transporte marítimo y de los cereales y otros alimentos básicos está haciendo subir los precios, lo que afecta, sobre todo, a los más pobres, según el informe.
Se necesitan corredores marítimos seguros
La Organización Marítima Internacional (OMI), un ente de Naciones Unidas ha pedido que se creen los llamados corredores azules para que los barcos puedan salir del Mar Negro, sin riesgo de ser atacados o de chocar con una mina.
"La acción militar en curso en el Mar Negro y el Mar de Azov representa una amenaza grave e inmediata para la seguridad de las tripulaciones y los buques que operan en la región", dijo la OMI en un comunicado a principios de esta semana.
"La situación empeora por el creciente número de incidentes de seguridad que afectan a la marina mercante, según reportes de fuentes independientes", añadió. La OMI está actualmente en estrecho contacto con todas las partes interesadas de la región, para "contribuir a los intentos de abordar la seguridad y la protección del transporte marítimo" en la zona del Mar Negro.