En Ecuador, la constructora brasileña utilizó a sus propias proveedoras locales y a "offshores" creadas en paraísos fiscales para ocultar los pagos y evitar que se identifique al beneficiario final.
Una vez que el soborno era aprobado por los directivos, el dinero salía del departamento de coimas (Sector de Operaciones Estructuradas) a las cuentas de empresas en Suiza, Andorra o Austria. Este era el primer escalón del blanqueo.
De las cuentas de estas firmas se transfería la coima a otras creadas en Panamá o Antigua, que eran manejadas por ‘doleiros’ (traficantes de divisas) y operadores financieros.
En este segundo nivel de lavado, las cuentas eran controladas por Olivio Rodrigues y Fernando Miglaccio, ejecutivo a cargo de 15 ‘offshores’ en el primer nivel y quien fue arrestado en Suiza. Rodrigo Tacla Durán, delator de Ecuador, también manejó otras 12 ‘offshores’ para el lavado.
En el tercer nivel, si los pagos eran a funcionarios brasileños, se enviaba el dinero a las cuentas de los ‘doleiros’ y si eran de otro país, se transfería a sociedades creadas por los funcionarios sobornados o intermediarios.
Este complejo sistema de pagos ilícitos se detalla en la denuncia de 205 páginas del Ministerio Público Federal de Brasil, según informó el diario El Comercio.
En el juicio que la Fiscalía ecuatoriana sigue contra de Ricardo Rivera, tío del vicepresidente Jorge Glas, y otros seis presos por supuesta asociación ilícita se identificaron tres sociedades controladas por operadores de Odebrecht.
Se trata de la Constructora Internacional del Sur, Klienfeld Services y Select Engineering Consulting and Services, de cuyas cuentas se transfirió dinero a sobornados, intermediarios o testaferros.