La creciente tensión entre obispos de Estados Unidos en torno al presidente Joe Biden, con un grupo conservador que rechaza darle la comunión por sus posturas proaborto, y otro más cercano al papa Francisco que avala un acercamiento a la Casa Blanca, preocupa al Vaticano en medio de versiones de una visita del mandatario a Roma para el 15 de junio.
"Es una diferencia política enmascarada de doctrinal", planteó a Télam una fuente calificada de la Santa Sede, al tanto de las presiones de los obispos estadounidenses más conservadores para que la próxima reunión plenaria del 16 al 18 de junio emita un documento rechazando la comunión a políticos que apoyen abiertamente la despenalización del aborto, como Biden.
De cara a la asamblea del mes próximo, un grupo de más de 60 obispos cercanos al papa Francisco, incluidos los cardenales WInston Gregory de Washington y Blaise Cupich de Chicago, enviaron una carta el presidente de la Conferencia Episcopal, el arzobispo de Los Ángeles José Horacio Gómez, para pedirle que no se lleve a debate la cuestión de la comunión de los políticos católicos proabortistas.
Gómez, cercano al Opus Dei y contrario a la comunión de Biden, pero al mismo tiempo alineado con Francisco en temas inmigratorios, actúa hace meses como equilibrista entre los dos sectores cada vez más enfrentados y explicó en un memorando que la moción se discutirá, como fue acordado en un encuentro preparatorio de marzo, pero solo se aprobará si tiene el pleno de los votos, algo imposible al día de hoy.
A horas de la asunción de Biden en enero pasado, por ejemplo, Gómez emitió un comunicado denunciando las inminentes amenazas "contra la vida y la dignidad humana" y luego creó un "Working group" especial para mantener bajo fuego las políticas del nuevo presidente "que entrasen en conflicto con la enseñanza de la Iglesia y las prioridades de los obispos".
Como marco de los cruces, fuentes vaticanas plantearon a Télam que existe la posibilidad de que Biden visite al papa Francisco el próximo 15 de junio, un día antes del inicio de la asamblea episcopal, pero también a 24 horas de la reunión bilateral que mantendrá en Ginebra con su par ruso Vladimir Putin.
A inicios de mayo, para buscar contener la polémica, la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano, dirigida por el cardenal Luis Ladaria, emitió una carta a los obispos estadounidenses en la que sugiere intentar adoptar una decisión común, pero con la condición de "preservar la unidad".
Junto a Gómez, entre los prelados contrarios a avalar la comunión a Biden aparecen, entre otros, los arzobispos de San Francisco Salvatore Cordileone y de Denver, Samuel Aquila.
Alienados con una postura más permisiva, están en cambio el grupo de obispos más cercanos a Francisco que, junto a Gregory y Cupich, integran también Joseph Tobin de Newark y Robert McElroy de San Diego, entre otros.
Hace diez días, Francisco recibió en el Vaticano al enviado especial de Biden para el cambio climático, el exsecretario de Estado John Kerry, otro de los políticos abiertamente católicos y favorable al derecho al aborto que está en el centro de las críticas de los conservadores.
La semana pasada, en tanto, el Papa realizó una crítica implícita a los obispos conservadores, contrarios a dar la comunión a políticos que defienden el aborto pero cercanos a los sectores armamentistas.
"Me hace mal al corazón cuando veo que algunos sacerdotes bendicen armas. Los instrumentos de armas no deben ser bendecidos", aseveró.