Mayra Arena nos propone una profunda reflexión sobre aquellos prejuicios desde los que suele mirarse a la pobreza. Lo narra en primera persona, compartiendo su propia experiencia de nacer y crecer en uno de los barrios más pobres de Bahía Blanca, en Argentina.
“El objetivo no es la inflación, sino el salario” sostiene el reconocido Licenciado en Economía Ricardo Aronskind en una columna de opinión digna de analizar.
Un tercio de los argentinos están desde hace años inmersos en la pobreza estructural. Según la Universidad Católica Argentina (UCA), que usó una nueva metodología para medir el flagelo, el año termina con 13,5 millones de pobres y 2,54 millones de indigentes. Y casi la mitad de los chicos de hasta 14 años (48,4%) son pobres. El Gobierno recibió los números anticipadamente el jueves por la noche. El mensaje parece claro. La cúpula de la UCA, sobre la que el papa Francisco tiene una significativa ascendencia, difunde estos números en momentos en que las principales potencias debaten en Buenos Aires sobre el futuro del comercio multilateral.
Una familia necesitó de $15.676,56 para adquirir alimentos, indumentaria y pagar los servicios esenciales que componen la Canasta Básica Total (CBT) durante octubre y no caer bajo de la línea de la pobreza, informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Este valor de la CBT para un grupo compuesto por una pareja y dos hijos de 6 y 8 años, estuvo un 1,5 por ciento por sobre la cifra de septiembre, 19,2 por ciento por encima de la de diciembre, y 21 por ciento en los últimos 12 meses.
El presidente Mauricio Macri afirmó hoy que "la creación de empleo es el eje que debe reunir a todos, porque es la única forma de reducir la pobreza", y agregó en este marco que "lo fundacional es la educación", al participar de la inauguración del Centro de Desarrollo e Investigaciones Tecnológicas de la Universidad Nacional de La Matanza, en San Justo.