Por Carlos Lamiral - Ámbito
La caída del consumo a lo largo de 2024 ha tenido como correlato una baja generalizada de los ingresos populares lo que explica en parte el resultado negativo de la actividad económica del año pasado. La realidad es que de una docena de sectores, sólo 3 terminaron mejor que en 2023 en términos reales. El resto perdió, según lo indica un relevamiento realizado por la economista de la Fundación Mediterránea, Laura Caullo.
"El balance del primer año deja un panorama desigual en materia de ingresos reales. Algunos sectores lograron avances: la AUH aumentó un 100% y la jubilación media creció un 3%", señala Caullo en un reporte.
La investigación indica que los trabajadores registrados del sector privado, lograron mantener su poder adquisitivo, aunque con algunas fluctuaciones a lo largo del año.
"En contraste, otros sectores enfrentaron caídas significativas, como el programa Volver al Trabajo (ex Potenciar Trabajo), que experimentó un desplome real del 60%, y la Tarjeta Alimentar, cuyo poder adquisitivo cayó un 11%", dice el trabajo.
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Además de ello, la falta de acuerdos en instancias de negociación, como el Consejo del Salario Mínimo y la Paritaria Nacional Docente, "contribuyó a una menor actualización de los salarios en relación con la inflación, agravando las tensiones en los sectores dependientes del Estado".
En el caso de los jubilados, el estudio indica que "el haber mínimo, con bonos, también se vio afectado por la reducción del gasto público, lo que resultó en una pérdida de poder adquisitivo en términos reales del 3%".
Caullo sostiene que la recuperación de los ingresos se ha comportado de manera fluctuante a lo largo del año. De hecho, en los primeros meses el desplome fue generalizado debido a una devaluación del 50% en diciembre de 2023.
Luego del anuncio en enero de la duplicación de la AUH y la tarjeta alimentar, se vio una rápida recuperación de estos programas, aunque en el caso de la Tarjeta Alimentar, esta mejora no logró sostenerse en el tiempo.
La economista plantea que "otros ingresos comenzaron a mostrar signos de recuperación meses después, impulsados por la desaceleración inflacionaria y la implementación del nuevo esquema de movilidad jubilatoria, que ajusta los haberes según el IPC con un rezago de dos meses".
"Esto permitió que los haberes jubilatorios superiores al mínimo comenzaran a recuperarse en términos reales a partir de marzo de 2024", dice el trabajo.
Por otro lado, se señala que "los haberes mínimos tardaron más en recomponerse debido al congelamiento del bono y aún se encuentran por debajo de los niveles iniciales".
Caullo agrega que "en el caso de los salarios, los docentes fueron los más afectados, alcanzando su nivel más bajo en febrero y sin lograr una recuperación significativa hacia noviembre". "Este deterioro no fue exclusivo del nivel nacional, ya que el ajuste también se reflejó en el consolidado de las provincias, particularmente a través de las remuneraciones del personal docente", señala la economista.
También dice que "el salario informal, según el último registro, muestra una caída del poder de compra del 13% respecto de fines de 2023".