"Es un ingreso monetario de emergencia inédito en Argentina y en América Latina, en términos de los esfuerzos que implica para la política fiscal", consideró Vanoli.
La IFE será dirigida a 7,8 millones de personas, el doble respecto a la estimación inicial que había hecho el Gobierno nacional. De esa forma, el costo para el Estado será de unos $78.000 millones.

El pago extraordinario alcanzará a titulares de AUH -lo cobran automáticamente, según el calendario de pagos de la asignación- monotributistas de las categorías A y B, empleadas domésticas registradas y sin formalizar, trabajadores en negro y desempleados que no cobren ninguna otra asignación del Estado.