Los presidentes de China y Rusia se reunieron en persona por primera vez en más de dos años, en medio de los crecientes roces con Estados Unidos.
El presidente participó en los festejos por los 100 años de la organización política que fundó Mao Zedong, quien carga con alrededor de 65 de millones de muertes en lo que sería el mayor genocidio de la historia y ratificó su decisión estratégica de profundizar la relaciones bilaterales entre Argentina y la segunda potencia mundial.
El viceministro de Relaciones Exteriores chino advirtió que no tolerarán que ningún país interfiriera en "los asuntos internos". Donald Trump adelantó su intención de hablar sobre las protestas contra el gobierno autónomo, un tema de alta sensibilidad para el régimen de Xi Jinping.
Donald Trump subió del 10% al 25%, los impuestos a más de 5.000 productos de China que llegan a EEUU. El gobierno de China respondió que lamenta "profundamente" esta decisión y anunció que tendrá que adoptar "las contramedidas necesarias".
Serán destinados para la construcción y financiación de dos centrales nucleares, inversión en los ferrocarriles San Martín y Belgrano, energías renovables y el sector alimenticio.